Con el triunfo 4-1 sobre Palestino por la fecha 14 del torneo de Transición, Mario Salas puso fin a su ciclo como local en San Carlos de Apoquindo al mando de Universidad Católica. Contando duelos oficiales por campeonato nacional, liguilla, Copa Chile, Libertadores y Sudamericana el Comandante llegó a 65 partidos como DT de la Franja en la precordillera.
En dicho universo, en el que alcanzó un 72,3% de rendimiento gracias a los 43 triunfos, 12 empates y 10 derrotas que cosechó, el viñamarino conserva de manera especial en su memoria tres partidos: dos de ellos desde el punto de vista de positivo y el restante por lo negativo.
En el caso de lo negativo, Salas se remonta al 26 de abril de 2015, cuando la UC empató 3-3 ante Iquique, resultado que la borró de la pelea por el Clausura 2014-2015 y le permitió al Cobresal de Dalcio Giovagnoli bajar la primera gran estrella en la historia minera.
«De agraz el empate con Iquique que nos significa olvidarnos del campeonato, de alguna forma era un partido que estaba controlado, entre comillas, incluso empatándonos Iquique tuvimos la posibilidad de ponernos 4-3 con un penal que finalmente falla Darío (Bottinelli)», comenta el DT que quedará libre al término del Transición.
Desde el cariz positivo, el ex rugbista establece que «hubo varios buenos como el 2-1 con Colo Colo (04/10/15, Apertura 2015-2016) cuando nos empata Jaime Valdés y después, con muy poco tiempo para remontar, Roberto Gutiérrez nos da el triunfo. Hubo muchos partidos buenos, si sacamos este semestre, Católica nos dio sus mejores presentaciones en este reducto mientras estuve yo».
Pero el que se lleva el trono en la memoria de Salas es el triunfo 2-1 sobre Audax Italiano del 30 de abril de 2016, el que le permitió a la Franja conquistar el título del Clausura 2015-2016. «Del triunfo sobre Audax Italiano nunca me voy a olvidar, porque es un partido que tuvo todo: emotivo, bien jugado, yendo de atrás en el marcador, con la tensión, pero por sobre todo por el clima que había en el estadio«, cuenta.
«Yo siempre lo he dicho, esta gente cuando quiere levantar al equipo y quiere empujar lo hace, es tan fácil, pero tan difícil a la vez. Cuando la hinchada entienda que ellos son parte importante al empujar, se pueden lograr muchas cosas más«, prosigue.
