Luego del partido de Perú frente a Argentina en La Bombonera en octubre por las Clasificatorias Sudamericanas a Rusia 2018, Paolo Guerrero fue seleccionado para realizar el control anti doping que algunos jugadores realizan después de este tipo de encuentros. Los resultados del atacante arrojaron que habría presencia de benzoilecognina en su orina, aquella noche en que el cuadro bicolor luchaba por el sueño mundialista.
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Y este viernes, y luego de varios meses, se dio a conocer que el test había sido correcto y que Guerrero no podrá jugar en Rusia 2018. Pero, ¿qué es este compuesto que deja al delantero peruano sin jugar la máxima competencia del fútbol mundial?
En palabras simples lo que se encontró en el cuerpo del goleador es una sustancia que genera el sistema humano luego de haber consumido otra. Es decir, la benzoilecognina, es la transformación de la cocaína una vez que esta ya ha ingresado al organismo.
La Agencia Mundial Antidopaje señala esta droga dentro de una lista con otros seis estimulantes prohibidos para el uso deportivo, debido a que alteran el sistema nervioso central. Además, este tipo de sustancias disminuyen el cansancio, permiten estar en un nivel de alerta mayor y elevan la competitividad.
En un principio el cuerpo médico de la selección peruana había señalado que, la benzoilecognina encontrada en Guerrero era producto de un jarabe para la tos que el ariete habría consumido debido a un resfriado, pero como explicó el doctor Elmer Huerta a El Comercio de Perú, este tipo de medicamentos no contienen cocaína, por lo que es imposible que se hubiera transformado en benzoilecognina.
De momento la suspensión de Guerrero lo deja fuera de Rusia 2018, ya deberá cumplir un año de sanción, tiempo bastante bajo si se considera que la mayoría de los castigos impuestos por la FIFA por consumo de estimulantes son mínimo de 24 meses. Pero el jugador apelará al TAS y hasta las últimas instancias.