Gonzalo Fierro fue uno de los principales daminificados en el Colo Colo 2017, porque no fue tenido en cuenta por Pablo Guede y recién entró en el final del partido ante Huachipato, que le dio el título a su equipo.
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Tras el compromiso que le dio la estrella 32 al Cacique, sostuvo con total sinceridad que «me dieron unas ganas terribles de llorar cuando entré».
Al ser consultado sobre la situación que le tocó vivir en el año, donde fue banca casi toda la temporada, señaló que «es parte del fútbol, del trabajo que tienes».
Por último, indicó que «siempre he jugado y siempre he apoyado y cuando no he jugado he apoyado aún más».
