Desde el pasado lunes, Azul Azul comenzó a delinear el 2018 deportivo de Universidad de Chile. En una cita que tuvo como protagonistas a la plana mayor de la concesionaria, junto al staff técnico completo de Guillermo Hoyos, la dirigencia tomó la decisión de repetir la fórmula que realizaron para fichar en la intertemporada del 2017, donde contrataron siete jugadores y sólo pagaron traspaso por uno.
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En esa ocasión, la U se aprovechó de situaciones irregulares como la de Isaac Díaz, quien tuvo que volver de México luego de que Jaguares no pagara nunca su traspaso, y también de los regresos sin costos de Rodrigo Echeverría (a préstamo en Everton), Mauricio Pinilla desvinculado del Genoa, y Felipe Seymour, que quedó libre tras terminar contrato de Unión Española.
Además de ellos, también llegaron sin costo Rafael Caroca desde Deportes Iquique y Martín Arenas desde el Villarreal B, siendo Francisco Arancibia el único que refuerzo que pagaron en el Centro Deportivo Azul ($750 mil dólares a O’Higgins).
«Seremos lo más responsable posible en relación a las capacidades presupuestarias para reforzarnos, ya lo hicimos el semestre anterior y lo haremos este semestre también. Que la gente quede tranquila que vamos a buscar jugadores que sean aporte a Universidad de Chile, como lo hemos hecho desde que estoy yo, y que sean jugadores que nos den el plus que necesitamos para participar el próximo año en la Libertadores», aseguró Ronald Fuentes sobre la materia de fichajes tras la reunión de la comisión fútbol de la U.
«Nuestra meta es tratar de pelear los torneos, ahora está el campeonato largo que vamos a tener que pelearlo, la Copa Chile donde pelearemos y la Copa Libertadores donde vamos a tener que tratar de pelearla también. Los planteles de los equipos grandes como nosotros tenemos la obligación de estar peleando todo y Guillermo comparte lo mismo», añadió sobre los objetivos trazados por la U.
A pesar de no aportar con las cifras exactas, desde la U indican que los números negativos de cerca de $4.500 millones de pesos en pérdidas del año 2016 se han rebajado, pero siguen causando preocupación, sobre todo por el fantasma financiero que sigue presente desde la era de Sebastián Beccacece.
Debido a los seis millones de dólares que se gastó en reforzar el equipo que tenía el técnico argentino, esa deuda se sigue pagando a las empresas acreedoras de esos montos y complican de cara a los fichajes que quieren hacer en el CDA para tener una actuación digna en la Copa Libertadores 2018.