El ciclismo vuelve a quedar de cabeza ante el sorpresivo dopaje de Chris Froome por salbutamol en la última edición de la Vuelta a España, carrera que ganó sin contratiempos.
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El británico se defendió asegurando que el consumo del medicamento en altas dosis, lo utilizó para controlar sus ataques de asma durante la prueba hispana.
De todas formas la sombra está instalada. El deporte pedal nuevamente queda manchado, cargándose a su pesada mochila, otro caso inobjetable de dopaje.
Los casos emblemáticos de dopaje en ciclismo sobran. A los casos de Lance Armstrong, Jan Ullrich, Alberto Contador y Marco Pantani, entre otros, ahora se suma el del tetracampeón del Tour de Francia y jefe de filas del Sky, equipo que su razón de ser es la “transparencia” de sus corredores.
La historia de dopaje en la disciplina comenzó en la década de los ’60 con la muerte del danés Knut Jensen cuya autopsia arrojó una sobredosis de anfetaminas, lo que marcó un antes y un después en el marco regulador de las sustancias prohibidas.
El EPO de Pantani
Considerado el mejor escalador de todos los tiempos, Marco Pantani se convirtió en toda una leyenda en el ciclismo por sus explosiva forma de correr. Con un nivel de popularidad poco antes visto, el Pirata es uno de los pocos pedaleros que ganó el Giro de Italia y el Tour de Francia en un mismo año.
1999 marcó el año del inicio de su tragedia. En esa edición del Giro de Italia, Pantani fue descalificado al observarse que tenía altos niveles de hematocrito en su sangre, lo que declinaba a un dopaje por EPO (eritropoyetina) que nunca se pudo comprobar.
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A partir de allí su carrera comenzó a decaer, hasta que en 2004 apareció muerto en la habitación de un hotel en Rimini, Italia. Las sospechas apuntaron a un suicidio debido a la cantidad de antidepresivos encontrados, sin embargo su familia hasta el día niega dicha tesis.
El fin Armstrong
Con los años la escala de dopaje fue en ascenso, hasta uno de los casos más emblemáticos de la disciplina, el del norteamericano Lance Armstrong. Leyenda sobre las dos ruedas, el pedalero de Texas fue acusado por la USADA (Agencia antidopaje de Estados Unidos, por sus siglas en inglés) de utilizar sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.
Fue el fin de la leyenda. La UCI lo despojó de sus títulos y de los siete Tour de Francia que conquistó en su carrera. En 2013, Armstrong admitió haber consumido EPO, testosterona e infusiones de sangre para mejorar su rendimiento.
El caso Ullrich
La Operación Puerto consistió en una trama de dopaje liderada por el doctor español Eufemiano Fuentes, a la cual estuvo vinculado Jan Ullrich, el ciclista alemán, eterno segundo detrás de Armstrong, quien negó los rumores hasta el día de su retiro en 2007.
En 2013 rompió su silencio y en una entrevista admitió haber acudido a los métodos del doctor Fuentes a través del dopaje sanguíneo. Un año antes, fue suspendido por dos años por el TAS por su participación en la Operación Puerto.
El clembuterol de Contador
Corría el 2010 y estallaba el escándalo en España, cuando la UCI comunicó que Alberto Contador había dado positivo por clembuterol, en un control antidopaje. Pese a los alegatos del ciclista de Pinto, el TAS le quitó el Tour de Francia ganado en 2010 y el Giro de Italia 2011. Además, lo suspendió por dos años sin competir.