El Gráfico Chile

Los torneos cortos se despiden con la sombra de las decepciones chilenas en Libertadores

Durante los 14 años que se disputó este sistema de competencia bajó la cantidad de elencos nacionales clasificados a instancias finales.

Con la llegada de los torneos cortos en el año 2002, se consideró a este sistema de competencia como el culpable de todos los males en el fútbol chileno. Poco desarrollo de las divisiones inferiores, escaso tiempo para que los directores técnicos realicen proyectos de trabajo y el fracaso internacional de los equipos nacionales, son algunas de las deficiencias que se le atribuyeron al tener dos campeones en un año.

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En materia de torneos continentales la situación se convirtió en algo preocupante si se compara con el desempeño cuando se disputaban torneos largos, siendo la Universidad de Chile del 2011 la única excepción. Coincidentemente, los azules se consagrarían campeones de la Copa Sudamericana justo al año siguiente del único campeonato anual de este siglo.

Revisamos las estadísticas y rendimiento de los equipos chilenos participantes en Copa Libertadores y Sudamericana desde el 2002 hasta la fecha, donde lamentablemente la tendencia ha sido la eliminación en primera fase.

La copa, ni se mira ni se toca

El 2003 fue la primera vez donde clasificaron clubes nacionales luego de haber disputado un Torneo de Apertura y Clausura. Los representantes de aquella edición en la Libertadores fueron Universidad Católica, Colo Colo y Cobreloa, siendo los nortinos los únicos que superaron fase de grupos, alcanzando los 4tos de final.

Contrastándolo con el torneo del año anterior claramente hubo un descenso en las presentaciones, ya que en aquella ocasión, el 2002, dos de los tres equipos chilenos participantes lograron avanzar de ronda.

Durante el periodo comprendido entre los años 2004 y 2009 la situación comenzaría a ser mucho más compleja. Sólo en tres ediciones de Copa Libertadores, Chile lograría tener un representante en segunda fase. Universidad de Chile el 2005, Colo Colo el 2007  y nuevamente los azules el 2009, sacarían la cara por el resto de los clubes que quedaron fuera en la fase de grupos.

A pesar de haber superado la ronda de grupos, estas «victorias» tampoco fueron nada destacable, ya que la máxima fase alcanzada sería los 8vos de final.

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Los años dorados de un equipo azul

Producto del terremoto 27-F el año 2010 se disputaría por primera vez en nueve años un torneo largo, hecho que podría relacionarse con los éxitos de la Universidad de Chile que vendrían en esa misma temporada, donde alcanzaron la semifinal de la Libertadores, y las temporadas posteriores.

Luego del campeonato obtenido por la Universidad Católica (2010) llegaría el momento de Jorge Sampaoli en Universidad de Chile. El bicampeonato en el torneo y la Copa Sudamericana del 2011 marcarían un repunte del desempeño internacional de los equipos nacionales.

A este logro se sumarían las buenas campañas de ambas universidades el 2012, donde los azules alcanzaron semifinales en la Libertadores y los Cruzados hicieron lo propio en la Sudamericana.

La época negra del fútbol chileno en Libertadores

Del 2015 a la fecha los éxitos de la selección nacional han sido contrastantes con el desempeño de los equipos chilenos en el torneo de clubes más importantes del continente.

En las últimas tres ediciones de la competencia ninguno de los representantes locales ha logrado avanzar de la fase de grupos, acrecentando la crisis generada por los torneos cortos y el sistema de clasificación impuesto por la ANFP.

Cuadros como Cobresal y Deportes Iquique lograron acceder a este torneo internacional, pero la diferencia de nivel con equipos extranjeros fue abismal.

Problemas chilenos en Sudamérica

La «Otra mitad de la gloria», como se ha denominado a la Copa Sudamericana, tampoco ha sido terreno fértil para Chile en estos años de torneos cortos.

Desde la creación de la competencia el año 2003, han sido pocos los equipos nacionales que han logrado destacar, siendo la Universidad Católica (semifinales, 2005 y 2012), Colo Colo (finalista, 2006) y Universidad de Chile (campeón,2011) excepciones a la regla.

Fracaso tras fracaso, el sistema de clasificación a este torneo que estableció la ANFP terminó perjudicando al fútbol nacional, ya que equipos como Everton y O’Higgins no dieron la talla ante modestos cuadros como Patriotas o Fuerza Amarilla respectivamente.

Con miras al futuro, la dirección de Arturo Salah en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, ha decidido volver a los torneos largos, con la esperanza de poder repetir las glorias continentales del 91′ y el 2011.

Se espera que con un solo torneo de febrero a diciembre se permita a los equipos chilenos y sus entrenadores establecer un proyecto de trabajo serio, constante y que se proyecte en el tiempo.

Además, de esta manera se evitará que los planteles se desarmen a mitad de año, como pasaba en las semanas de descanso existente entre Apertura y Clausura.

Si esta iniciativa entregará resultados positivos o no, es algo que tendrá que analizarse por lo menos el 2019, pero por lo pronto la estadística y la historia indican que el fútbol chileno se ha visto beneficiado internacionalmente con este tipo de competencia.

 

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