En 80 años de historia, Universidad Católica ha tenido a cuatro entrenadores europeos al mando de su plantel de honor. Por ello, con la llegada del español Beñat San José a Las Condes, el número de técnicos nacidos en el Viejo Continente al mando de la UC llegará a cinco.
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El oriundo de San Sebastián, quien firmó un contrato por dos años después de la salida de Mario Salas, llega proveniente del Bolívar de La Paz, club con el que consiguió un bicampeonato durante el 2017. Anteriormente había realizado un interesante trabajo en Deportes Antofagasta (2015-2016).
Tal como sus antecesores, el vasco tiene la misión de ser campeón de Chile con la Franja, objetivo que sólo uno de los técnicos europeos en la historia cruzada ha conseguido. Fue el inglés William Burnikell, quien además del título nacional de 1954 dejó huella en la UC con su particular historia.
Dueño de un particular mal genio, quien participara en la Segunda Guerra Mundial llegó a Católica para desarrollar un plan formativo, sin embargo terminó haciéndose cargo de un plantel de honor en el que destacaban figuras como Sergio Livingstone, Miguel Ángel Montuori, Raimundo Infante y Luis Hernán Carvallo padre, entre otros.
Ese elenco que logró el título del 54 dejó huella por su avasallador estilo de juego y su potencial ofensivo, de hecho la victoria 5-0 sobre la U del 24 de noviembre de dicho año es la mayor goleada en la historia del Clásico Universitario. Pero la historia de Mr. Burnikell no terminó bien: se fue tras descender en 1955.
Dos húngaros y un holandés
La historia de los técnicos europeos en la UC comenzó en 1938 con el húngaro Máximo Garay, quien dirigió a los cruzados después de pasos por equipos importantes de Argentina como Independiente y San Lorenzo. Estuvo sólo un año en el club y no pudo dirigir en Primera, ya que ese año la Asociación Central de Fútbol sólo aceptó un equipo universitario y ese fue la U.
Entre 1956 y 1957 estuvo el también húngaro Jorge Ormos, quien se hizo cargo del club después de la triste salida de Burnikell. Este DT que entre 1953 y 1954 se había desempeñado como estratega de la Universidad de Chile, tuvo un importante logro al conseguir el inmediato ascenso en 1956 y reposicionar a la UC en Primera.
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Tuvo que pasar casi medio siglo para ver a otro europeo como director técnico de los estudiantiles. En 1998 el holandés Wim Rijsbergen, quien llegó procedente del FC Groningen de su país para hacerse cargo de las inferiores cruzadas, terminó tomando el puesto que dejó vacante Fernando Carvallo en el plantel de honor.
Sin embargo los dos años del tulipán como DT de la Franja fueron un triste contraste con su brillante carrera como futbolista: fue figura del Feyenoord de los años 70′ y obtuvo fue subcampeón del mundo con la Naranja Mecánica en Alemania 1974 y Argentina 1978, pero eso nada tuvo que ver con su campaña en San Carlos de Apoquindo, en la que pese a tener figuras como Nelson Parraguez, Néstor Gorosito o Hugo Brizuela, nunca alcanzó los resultados esperados y se fue a mediados de 2001.
Ahora se viene una nueva era europea para la UC, serán los tiempos de Beñat San José…