El error del árbitro Eduardo Gamboa en la tanda de penales entre Deportes Vallenar y Deportes Melipilla, que obligó a repetir una definición en donde los nortinos no se presentaron y los potros ascendieron a Primera B por secretaría, todavía sigue dando que hablar.
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El presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP, Enrique Osses, reconoció su responsabilidad en la polémica, aunque también se defendió de las críticas al apuntar a Gamboa como el principal culpable del bochornoso episodio por no dar como fallado el tiro de un jugador del elenco de Atacama por realizar un amague.
«Es evidente que los que estamos a cargo de la Comisión de árbitros sentimos la responsabilidad, pero evidentemente los árbitros fueron capacitados, no solamente por nosotros, también por FIFA y Conmebol. Yo asumo la responsabilidad de no advertirle el día anterior a la definición de qué pasaba en esa situación en específico. Esa puede ser mi responsabilidad, pero en ningún caso tiene que ver con una renuncia o con poner mi cargo a disposición», reconoció en entrevista con La Tercera.
«Creo que no corresponde renunciar, no está de acuerdo a lo que pasó. Los árbitros con la investidura de Eduardo Gamboa y de la investidura FIFA tienen la responsabilidad de conocer el reglamento y él lo ha asumido como un error personal, un error de su equipo de trabajo», añadió.
Además, insistió en una sanción justa para el referí: «Un árbitro de su nivel, con su currículum, fue a ese partido para dar garantías y creo que respondió en los 90 minutos. La sanción parte desde el minuto en que está siendo criticado públicamente. Tendrá una sanción justa, equilibrada de acuerdo al error. Aquí no hubo robo, no hubo dolo, aquí hubo un error de apreciación de la regla 2016 versus 2017 y por ese error tendrá que pagar».
Por último, Osses descartó una renuncia a su cargo: «Yo sentí desde el primer minuto que conversé con él (Arturo Salah) no era tema. Nunca sentí temor por esta situación. Creo que pasó, la conversamos y vimos los canales a seguir. Tomaron en cuenta nuestra consideración de qué se debía hacer, pero en ningún momento sentí que mi puesto estaba en peligro».