La travesía de correr el Dakar no es fácil para nadie y comienza mucho antes de la largada de los quince días de carrera. Es que los pilotos, además de tener que sortear un recorrido de más de seis mil kilómetros, deben lidiar con la difícil labor de conseguir el apoyo económico necesario para armar el vehículo, pagar las inscripciones y costear a todo el soporte que deben traer.
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Por eso, por ejemplo, desde que la carrera no pasa por Chile, la cantidad de pilotos nacionales disminuyó considerablemente por la dificultad de conseguir auspicios necesarios para una aventura que ya no tendría tanta visibilidad en el país.
El complicado panorama de conseguir el dinero llevó a que en el Dakar 2018 sólo hubiese siete chilenos inscritos. Un reducido listado que aumentó a última hora con la participación en la categoría de motos de Ignacio Cornejo, quien, a sólo dos días de la largada, llegó de rebote para instalarse en un equipo de categoría.
El joven iquiqueño estaba fuera de la carrera a sólo tres días de la largada, pero este miércoles viajó de urgencia a Lima con la ilusión de subirse a la moto. La lesión de Paulo Goncalves, piloto oficial del team Honda HRC y uno de los candidatos a ganar la carrera, le abría la opción de entrar como su reemplazante.
Después de analizados los exámenes del portugués, quien sufrió una luxación de hombro en un entrenamiento antes de Navidad, los japoneses decidieron bajarlo de la competencia y cederle su lugar al chileno. Con sólo 23 años, Cornejo tendrá la posibilidad de competir en un equipo oficial de primera línea y con una moto de fábrica preparada exclusivamente para el Dakar.
Un privilegio que pocos chilenos han tenido y que comenzó cuando Carlo de Gavardo, uno de los pilotos más destacados del cross country en nuestro país, se incorporó al equipo KTM, la marca austríaca que ha dominado el Dakar desde sus inicios. Mismo paso que Chaleco López, quien anteriormente había estado en Aprilia, dio para sus últimas participaciones en la carrera.
Con los pilotos chilenos potenciándose cada vez más y aprovechando que la competencia pasaba por Chile, las puertas también se fueron abriendo y así fue como Jeremías Israel llegó en 2015 a ser piloto oficial de Honda HRC, el mismo equipo que le dio la oportunidad a Ignacio Cornejo de subirse de rebote a la moto.
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El privilegio de competir en una moto de fábrica que permite pelear la punta también lo tiene Pablo Quintanilla. En base a sus buenas actuaciones, Husqvarna contrató al nacional para el Rally Dakar 2016 y rápidamente respondió con el tercer lugar que le permitió subirse al podio en la ciudad de Rosario.
Un pequeño listado que a última hora sumó un nuevo nombre. Ignacio Cornejo tiene la posibilidad de hacer historia con sus cortos 23 años.