Por Juan Ignacio Gardella y Gonzalo Pérez Amar
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Pocas personas en el mundo del fútbol generan tanto consenso como Reinaldo Rueda. A quien le preguntes, tiene un elevado concepto sobre el casi seguro próximo entrenador de la Roja, tanto en el ámbito laboral como en el privado.
Entre sus ex dirigidos, el perfil paternal en la conducción del colombiano se repite. Primero está la persona y luego el jugador.
“Se convierte en un padre y eso es fundamental para extraer lo mejor del profesional. No sólo se preocupa de lo deportivo, sino también de lo humano. Siempre se interesa por el bienestar de uno, por cómo está la familia. En ese sentido, el profe es 10 puntos”, destaca Oswaldo Minda, quien lo tuvo como DT en la selección ecuatoriana en el proceso hacia el Mundial de Brasil 2014. “Sólo tengo palabras de elogio para él, por su don de gente y por todo lo que hace por el futbolista”, complementa el actual mediocampista del Barcelona de Guayaquil.
“He compartido bastante con él. Es un tipazo”, aporta Jairo Castillo, seleccionado cafetero rumbo a Alemania 2006 bajo el mando de su compatriota. “Te habla muchísimo y te pregunta por lo familiar, por cómo estás. Tiene el mismo estilo del Pacho Maturana, son como padres. Además, no es nada agrandado, maneja su humildad. Por eso le va bien”, agrega el hoy representante.
“En Honduras hay mucho cariño y respeto hacia él, mucha admiración, por su calidad personal y por todos los principios que nos fue inculcando a lo largo de todo ese tiempo”, añade Amado Guevara, capitán de los catrachos en el combinado adiestrado por el caleño. El principal candidato para sentarse en la banca del seleccionado centroamericano, en el caso de que Jorge Luis Pinto no renueve su contrato, avisa: “Cuando lo conozcan, van a compartir con un gran tipo”.
“Es un profesional en todo el sentido de la palabra”
Más allá de su calidad humana, su profesionalismo también es resaltado por sus ex pupilos en las diferentes selecciones que ha dirigido. No deja nada al azar, tanto en el propio conjunto como en el oponente de turno.
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“Es el mejor DT que he tenido en mi carrera, por lo que trabaja, por lo que estudia al rival y por cómo analiza a cada equipo al que le toca enfrentar. Sabe cómo hacerles daño, sus debilidades y fortalezas, y qué estrategia tener para cada partido. Es un profesional en todo el sentido de la palabra”, lo alaba Minda.
“En lo táctico es limpio y ordenado, va cubriendo cada detalle. Con nosotros, por ejemplo, a medida que nos iba conociendo, iba fortaleciendo nuestras debilidades”, destaca Guevara, quien advierte que las posibles indisciplinas no serán un inconveniente: “Él va a poner sus reglas. Se hace respetar, eso sí. En ese aspecto, es muy cuidadoso, en el respeto del camerino, del jugador hacia el cuerpo técnico y viceversa”.
Cerrando con este último tema, siempre espinudo en nuestro país, Castillo explica que “él sabe llevar esas situaciones. Aunque no es fácil tener un grupo donde hay estrellas, él sabe hacerlo. No creo que tenga problemas”.