Gonzalo Pérez Amar, enviado especial a Pisco
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Si el primer día del Dakar, que sólo había tenido una especial cronometrada de 31 kilómetros, fue difícil, la segunda etapa prometía mostrar los dientes a los pilotos que compiten por completar las 14 etapas para llegar a la meta en Córdoba.
Como era de esperar, la carrera madre del cross country no decepcionó y los que más sufrieron fueron los del equipo Mini.
El día para el equipo de los automóviles ingleses partió con el pie izquierdo rápidamente y a sólo seis kilómetros de la largada de la etapa, que comprendía un loop en Pisco de 273 kilómetros, sufrieron su primer abandono: el estadounidense Bryce Menzies protagonizó un accidente y su buggy quedó destrozado. El choque lo dejó fuera de competencia, pero sin mayores daños físicos.
Pero las malas noticias recién habían comenzado para Mini. Tiempo después del choque de Menzies, vino una doble colisión y para mala suerte fue entre dos compañeros de equipo: el saudí Yazeed Al-Rahji impactó con el chileno Boris Garafulic y quedaron en la ruta a la espera de asistencia para poder continuar la carrera.
Aunque aún no están retirados, si pueden continuar su tiempo en la general se verá muy afectado y las esperanzas del nacional de finalmente entrar al top ten se esfumaron.
Y por si esto no le bastara a Mini, los tiempos de sus pilotos de punta tampoco fueron los mejores. El argentino Orlando Terranova sacó la cara por el equipo y, hasta el momento, marcha quinto, a doce minutos del líder Cyril Despres ¿El resto? Miko Hirvonen se metió séptimo a más de trece minutos y Nani Roma, su gran candidato, perdió mucho tiempo y en esta etapa quedó a 22 del puntero.
