Por Gonzalo Pérez Amar, enviado especial a Belén
PUBLICIDAD
Simón Vitse, competidor de los quads, sufrió un accidente y quedó muy adolorido. Ignacio Casale, que iba un poco más atrás del francés, paró rápidamente para ayudarlo y ver el estado en el que estaba su rival de los cuadriciclos. Viendo el dolor que tenía, el chileno le preguntó si llamaba al helicóptero para que lleguen a socorrerlo y la respuesta fue un rotundo sí.
El Perro se quedó con Vitse por más de cinco minutos y continuó su recorrido cuando Axel Dutrie, compañero de equipo del accidentado, llegó al lugar. Sin embargo, le costó sacarse la imagen del accidente.
«En el kilómetro 20, Vitse tuvo un accidente y sufrió una lesión, paré a ayudarlo, llamé al helicóptero y estuve cinco o seis minutos con él hasta que llegó su compañero de equipo, Axel Dutrie. Estaba muy mal, muy adolorido, le pregunté si quería que llamara al helicóptero y me dijo que sí de inmediato», dijo el chileno.
«Me costó unos cinco o diez kilómetros volver a enchufarme en la carrera, porque vi todo, iba quince metros delante de él, y fue algo que me costó olvidar. Después continué muy mal y tuve que empezar a pasar quads, pero hemos hecho una etapa muy interesante», agregó.
El tiempo que estuvo ayudando a su rival y el que perdió para volver a concentrarse no fueron impedimento para que Ignacio Casale llegara tercero en la décima etapa y mantenga su gran ventaja en la clasificación general, donde se mantiene primero a una hora y cuarenta minutos de su más cercano perseguidor.