Por Pedro Marín R. y Rodrigo Realpe V.
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Pitazo final de César Deischler en el estadio Nacional y el plantel de Colo Colo comenzó los festejos por el inédito bicampeonato de la Supercopa. Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes desataron su euforia en la cancha del recinto nuñoíno. Sin embargo, algo faltaba: los familiares de los protagonistas.
Los jugadores empezaron a buscar a sus familiares, pero estos no podían ingresar a la cancha. La situación enojó a los jugadores y en especial al capitán de los albos, Esteban Paredes.
El Tanque así se lo hizo sentir al gerente de competiciones de la ANFP, Rodrigo Astorga, con quien tuvo un cruce de palabras para que le permitieran el ingreso a las familias al festejo. Luego de unos minutos el problema se solucionó y los festejos siguieron.
Tras los festejos y cuando los jugadores se dirigían al bus, Paredes fue a fotografiarse y firmar autógrafos a los hinchas que esperaban a la salida de la tribuna principal del Nacional. Hasta ahí llego el directivo de la ANFP, quien le ofreció disculpas al goleador por el mal rato que pasaron en medio de la celebración. El capitán aceptó las disculpas y siguió cumpliendo los requerimientos de los fanáticos.
Una pequeña molestia que no opacó los festejos de Colo Colo por la obtención de un nuevo título para sus vitrinas.
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