El tenista suizo Roger Federer ganó este domingo su vigésimo título individual de un Grand Slam con una victoria por parciales de 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6, 6-1 sobre Marin Cilic en la final del Abierto de Australia.
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Federer, de 36 años, comenzó con una intensidad que abrumó a Cilic, quebrando su servicio en el primer y tercer juego y forzando al croata a pedir una nueva raqueta tras apenas 12 puntos. Federer sólo se permitió entregar dos puntos en su servicio en el primer set, que duró apenas 24 minutos y que se jugó bajo techo en la cancha del Rod Laver Arena debido al calor en exterior.
Sin embargo, Cilic no quería dejar escapar el título y por eso remontó en el segundo, puso en marcha su gran derechazo y tras no lograr un punto de set en el servicio de Federer en el décimo juego, igualó el marcador en el tiebreak.
Luego de eso, el suizo sabía que la tercera manga tenía que ser suya para ganar el partido y se la llevó en 29 minutos. Pese a eso, y cuando estaba a punto de lograr el cuarto set, la inercia volvió a cambiar y Cilic firmó una racha para igualar de nuevo en sets. El porcentaje de Federer de primer servicio cayó de más del 80% en el tercer set al 36% en el cuarto ante la ofensiva de Cilic.
El quinto set comenzó con Federer evitando dos break points antes de superar a Cilic para ponerse 2-0 arriba. El suizo mostró su mejor tenis cuando más falta hacía, con un nuevo break en el sexto juego antes de un intento infructuoso de Cilic de punto de partido, y pudo empezar a celebrar.
Con Su Majestad más vigente que nunca, luego de reavivar su carrera el año pasado con una inesperada victoria tras seis meses lesionado, el suizo hizo una defensa casi perfecta de su título hasta el final, y tras cuatro años sin ganar un Major, Federer ya lleva tres de los últimos cinco. Una bestia.