El 2012 la U era uno de los equipos más potentes del continente. Venía de ser el campeón de la Copa Sudamericana el 2011 y ese año llegó hasta las semifinales de la Libertadores, en el camino el equipo de Jorge Sampaoli se topó con Godoy Cruz, cuadro donde jugaba la última incorporación de los azules, Armando Cooper.
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El panameño llegó a los laicos procedente de Toronto FC de la MLS, pero antes estuvo en el cuadro argentino, donde le tocó sufrir a esa máquina de jugar bien al fútbol que era la U de Sampaoli.
En la ida, disputada en Mendoza, Cooper jugó 28 minutos y se pudo percatar de todo lo que provoca el club laico en sus hinchas, que repletaron aquella noche el Malvinas Argentinas, donde se llevaron una victoria por 1-0.
«Sé que vengo a un club grande de Chile y tuve la dicha de enfrentármelos en 2012, me di cuenta de la gran hinchada que tienen, y al ver que tenía la chance de venir estaba muy emocionado y quería que las cosas se dieran rápidamente», señaló el volante en su arribo a Chile.
En la revancha al por entonces equipo de Cooper le fue peor, porque perdieron por 5-1 ante los azules en Santa Laura, partido en el que el caribeño no ingresó.
Armando Cooper llega a un equipo al que admira, y donde espera ser figura.
