Cuando Francisco Bozán Santibáñez nació el 21 de octubre de 1986, entrenadores como el uruguayo Gregorio Pérez y el brasileño Paulo César Carpegiani ya llevaban más de cinco años dirigiendo equipos profesionales. Aquella comparación no es al azar, pues los tres personajes nombrados tienen algo en común: su participación en la Copa Libertadores 2018, en la que Bozán emerge como el DT más joven, con sus 31 años, mientras que Pérez (70) y Carpegiani (68) se erigen como los más experimentados.
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El joven estratega chileno de la Universidad de Concepción vivirá su estreno en un certamen internacional este miércoles 31 de enero, cuando el Campanil reciba en el Ester Roa Rebolledo al poderoso Vasco da Gama de Brasil, por la segunda fase de la Libertadores 2018. Y pese a lo duro del desafío, el también sicólogo de profesión confía en dar pelea, sobre todo después de una intensa preparación, que incluyó una inédita gira por Argentina y la llegada de refuerzos, como Luis Pedro Figueroa o Pedro Morales.
En diálogo con El Gráfico Chile, Bozán habla de lo que será su primer desafío continental y del factor juventud, que lo convierte en un personaje llamativo, aunque para él aquel aspecto no le “provoca nada”.
¿De qué manera han vivido la previa del enfrentamiento ante un grande del continente como lo es Vasco da Gama?
– Hemos tratado de transmitir el deseo de competir de igual a igual con ellos en lo futbolístico. Sabemos muy bien que está muy instalado este tema de la superioridad de Vasco, del tema monetario, de sus traspasos, de sus copas, etcétera, pero si sólo nos ponemos a pensar en eso, es mejor no jugar. Para nosotros, la Copa Libertadores es un premio que lo ganamos en cancha, con un muy buen torneo y después, ganando la final a Unión. De esa misma forma que fuimos competitivos en lo local vamos a ser competitivos con Vasco.
Con pocas bajas y con nombres como Figueroa, Morales o el uruguayo Silva ¿El plantel de este año es mejor que el del semestre anterior?
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– Siento que se potenció el plantel, se busca fomentar la competencia interna entre los jugadores y en base a esa competencia, poder competir frente a nuestros rivales, lo hemos sentido así. Además, los jugadores que han llegado se han adaptado muy bien a la forma de juego y a la forma de trabajo diario, y eso se suma al hecho de haber sido elegidos por sus condiciones.
¿Cómo tomas la oportunidad de mostrar tu trabajo a nivel internacional en un certamen de alto prestigio como lo es la Copa Libertadores?
– Si te dijera que es mi trabajo, sería sumamente egoísta, me estaría contradiciendo con lo que busco en el día a día. Nosotros clasificamos a la Copa como equipo y claro que dentro de ese trabajo hay una suma de labores individuales, pero en esto lo que se está mostrando es el trabajo de la institución y que en este caso, lo encabezo yo. Podría decir que es mi trabajo, claro, y si fuera por ir a mostrarme podría cambiar muchas cosas, hacer algo que llamara la atención, pero no es lo que buscamos, nosotros vamos a representar a la institución con nuestra forma de juego y con eso, vamos a intentar se competitivos. El objetivo es de equipo y de institución.
Eres por lejos el técnico más joven de la actual Libertadores ¿Te provoca algo aquella situación?
– La verdad es que no me provoca nada, porque en algún momento ya fui el técnico más joven del campeonato local y el tema de la edad para mí no es una cualidad que garantice ni obstaculice nada, no por ser joven no voy a tener más manejo de grupo, ni en caso contrario, si fuera más viejo lo tendría garantizado, esto tiene que ver con el trabajo y eso va más allá de la juventud. Me han dicho siempre el tema de la juventud y el que menos importancia le encuentra soy yo, creo que es un tema más mediático que cualquier otra cosa.
Mencionas el tema del manejo del grupo ¿Cómo llevas a cabo eso en un plantel como el de la U de Conce, donde hay jugadores que te superan por varios años de edad, como el Tigre Muñoz (40) o Hugo Droguett (35)?
– Nunca he tenido ningún problema, desde Barnechea hasta ahora, siempre he tenido jugadores de alta experiencia en mis equipos y nunca he tenido ningún problema. Mi trabajo siempre ha estado basado en el respeto, en una comunicación muy directa, muy frontal, los jugadores me conocen como soy, valoran la honestidad, valoran que uno vaya con un mensaje claro, y eso no tiene que ver con la edad, tiene que ver con los valores con los que vivo mi vida. En base a eso nunca he tenido problemas con ninguno de mis jugadores.
Más allá de tu juventud, al observar tu recorrido como DT queda en evidencia un ascenso vertiginoso ¿Cómo has vivido ese rápido ascenso en tu carrera?
– Probablemente, he tenido la oportunidad de estar en el lugar y en el momento preciso a la hora de tomar decisiones que me van llevando a que mi carrera vaya siendo ascendente, pero esto es fútbol, yo siempre lo he dicho: gané dos o tres partidos y decían que era el Guardiola de Cerro 18 y después perdí dos o tres partidos, me fui de Barnechea y decían que nunca más podía dirigir, y ahora estoy en la Copa Libertadores. Me parece que hay que estar preparado para enfrentar esa inestabilidad del fútbol, que se te nombre mucho a que no se te nombre nada, que no sea importante que salga tu nombre, lo importante siempre es el trabajo y en eso, creo que ha sido una carrera bastante ascendente. En el resumen, ha tenido altos y bajos, como cualquier carrera de un entrenador, pero creo que siempre he ido avanzando un poco, siempre he ido ganando algo nuevo.
Y en ese camino de altos y bajos ¿Cuáles son los mayores aprendizajes que has obtenido?
– Siento que los mayores aprendizajes, por desgracia, se dan siempre después de una derrota, de un logro no obtenido o de un fracaso. Se dan en esas instancias, porque empiezas a buscar información de por qué sucedieron las cosas, de cómo fue el desarrollo, de cómo se dio esa situación, qué hay que mejorar. Cuando ganas, eso a veces se hace más difícil y es ahí donde hay que tener la capacidad de saber identificar por qué ganamos y cómo podríamos ganar mejor. Siempre creo que las cosas se pueden hacer mejor, por más bueno que sea el resultado eso no te puede volver ciego. Personalmente pienso que uno puede crecer en todo momento, desde el primer partido con Barnechea que perdimos 2-0 con La Calera hasta el último partido con la U de Conce ante Unión, hay un aprendizaje muy grande, en el manejo del grupo, la metodología de trabajo, pero son cosas más cualitativas que cuantitativas.
Uno sabe que los técnicos viven del día a día, pero como en todo oficio también se proyectan a largo plazo o tienen sueños. En tu caso ¿Hacia dónde proyectas el futuro de tu carrera?
– Esa pregunta no tiene una respuesta, por mi forma de ser. En este momento me proyecto en el partido contra Vasco, quiero ganarle a Vasco. Mira lo que te voy a decir, me cuesta mucho decir qué es lo que quiero hacer en el partido contra O’Higgins del sábado, entonces me cuesta decir dónde más quiero llegar, entendiendo además cómo es el fútbol. No quiero generar falsas expectativas, solamente me planteo que con el trabajo esto debiese seguir creciendo, debiesen seguir cumpliéndose los objetivos, pero la verdad es que me cuesta mucho pensar más allá. Claro, me encantaría dirigir en el extranjero, pero me encanta dirigir en Chile, me encanta lo que estoy haciendo, pero no me cierro a ninguna puerta, a futuro no me cierro a dirigir en una situación distinta a la que estoy ahora. Me cuesta mucho pensar en lo que quiero hacer mañana, lo mejor para mí es vivir el hoy, si ahora me preguntas cuál es mi sueño, yo te respondo que es vencer a Vasco y clasificar a la tercera etapa de la Copa Libertadores.