El Gráfico Chile

Chilavert con todo: destrozó a Maradona, condenó al socialismo y sacó a Chile al baile para increpar al Papa

El Diego otra vez fue blanco predilecto del ídolo paraguayo. “Por un pancho y una Coca se da vuelta”, dijo sobre el campeón del Mundo en México 1986. Al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también le dio duro: “es el jefe de la corrupción”.

Tal como lo era dentro del campo de juego, José Luis Félix Chilavert va con todo a la hora de emitir declaraciones a nivel público. Pese a no ser muy amigo de las entrevistas, cada vez que habla deja varios dardos dirigidos con nombre y apellido, siendo Diego Maradona uno de los blancos predilectos. Y en su última aparición en medios, el ídolo paraguayo volvió a darle duro al Pelusa, pero esta vez también increpó a otros insignes personajes como el Papa Francisco o el presidente de la FIFA Gianni Infantino.

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En una extensa conversación con el diario argentino La Nación, el controvertido arquero que brillara con la Albirroja y con Vélez Sarsfield entregó sus opiniones sobre el actual manejo del fútbol, tanto a nivel mundial como sudamericano, como también de la actualidad política en nuestro continente. En dicho contexto, remarcó su deseo por convertirse presidente de Paraguay y entregó positivos comentarios sobre la labor del actual mandamás de Argentina, Mauricio Macri.

Sobre la actualidad de la FIFA, el otrora arquero goleador disparó: «Infantino es el jefe de la corrupción. ¿Por qué? Porque tiene como presidente del comité de finanzas a Alejandro Domínguez. Una persona que en Paraguay no podía librar un cheque. Está sancionado por el Banco Central de Paraguay porque todas sus empresas están en quiebra, entonces, ¿cómo va a ser el presidente de finanzas de la FIFA?».

Consultado por el rol activo de Diego Maradona en la FIFA, Chilavert fue más allá: «el papel de Maradona es muy triste. Antes de las elecciones apoyaba al hijo del rey y lo destrozaba a Infantino, y ahora trabaja para él. Sabemos que Maradona por un pancho y una Coca se da vuelta. Hace un papel triste, lo usan de monigote, no tiene peso. Mis valores no tienen precio».

En cuanto a su deseo de convertirse en presidente de Paraguay, el nacido en Luque contestó lo siguiente: «es un desafío. Obviamente mi vida cambiaría totalmente, sería mucho sacrificio. Mi esposa y mi hija me dicen que sería una picardía que me metiese en la política. Pero observo y no me gustaría que mi país cayese en manos de los socialistas. Si en Paraguay hubiera continuado el cura sinvergüenza de Fernando Lugo hubiéramos estado peor que Venezuela. Mi meta es tratar de bloquearlos. Porque para mí el socialismo del siglo XXI sirve para fomentar vagos. Ellos arreglan todo con la lengua, pero a la hora de presentar proyectos y trabajar no existen. Se vuelven multimillonarios a costilla del pueblo y engañan a la gente. Si veo que mi país corre peligro, para las elecciones de 2023 me meto. Me meto de lleno».

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Ante sus propias palabras, posteriormente se le preguntó por el actual presidente de Argentina, el cuestionado Mauricio Macri, sobre quien dijo que «la gente quiere que Macri sea un mago y con una varita solucione todos los problemas de un país que estaba devastado cuando él asumió. Porque tomó un país devastado y lanzó a la Argentina al mundo. La tragedia que vivió el submarino San Juan y el dolor de sus familiares merecen investigar hasta el final para descubrir a esos personajes que se quedaron con los presupuestos y nunca hicieron el mantenimiento que el submarino exigía. Pongo este ejemplo y pregunto: ¿cuántos países se pusieron a disposición para ayudar a buscar al submarino? Muchos. Eso demuestra que la Argentina está bien vista a nivel internacional».

Chile al baile

El Papa Francisco también fue blanco de los disparos de Chilavert. «Soy católico, pero no comulgo con la manera que se está manejando el Papa Francisco. Debería hablar de la religión y no meterse en la política. Ha cometido actos que a mí me molestan muchísimo: se reunió con Chávez, se reunió con los Castro, se reunió con Maduro, o sea, muchos dictadores que mataron. Se reunió con Dilma Rousseff, con Cristina. Con ellos todas son sonrisas, todo es perfección, y a Mauricio Macri le pone una cara de tujes y le da 20 minutos de atención. No ha venido nunca a la Argentina, pasó por arriba, podría haber parado en una escala técnica y saludar al pueblo argentino».

Y para criticar la gestión de Jorge Bergoglio, sacó a nuestro país al baile, aunque no fue muy preciso con el asunto. «Ocurrió en Chile, manifestando que hay que traer pruebas contra el cura pedófilo, y la prueba es contundente: está la persona que sufrió esa violación. ¡¿Más pruebas contundentes que esa?! Él habla de tener fe en Cristo y saber perdonar, pero yo me pongo en la piel de esos padres que sufrieron las aberraciones y que el Papa manifieste esta idea es muy penoso. Soy católico, creo en Dios, pero el Papa es un ser humano común y corriente como nosotros», exclamó haciendo referencia a la defensa que tuvo en un principio el Papa para el obispo Juan Barros, ferviente defensor del ex sacerdote y violador de niños, Fernando Karadima.

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