Días después de cumplir 90 años, el pasado 25 de enero, falleció Domingo Pillado. Ex mediocampista de Naval de Talcahuano, fue uno de los pocos futbolistas chilenos privilegiados que han podido disputar unos Juegos Olímpicos.
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Fue en Helsinki 1952, la segunda vez que nuestro combinado estuvo en la competencia de fútbol en una cita de los cinco anillos, tras Ámsterdam 1928. Más tarde, el equipo nacional diría presente en Los Ángeles 1984 y luego en Sídney 2000, donde conseguiría la medalla de bronce.
De la Octava Región, el otrora volante integraba el plantel de Los Choreros que acababa de ganar el Campeonato Regional de 1951, en ese entonces, el más importante del sur del país. Por ello, las autoridades olímpicas chilenas pensaron en ellos como representantes.
El director técnico del cuadro patrio fue Luis Tirado, por esos días entrenador de Colo Colo. Además de Los del Ancla, citó a algunos jugadores de Minas Lota, la Selección de Iquique, Universidad Católica y el Cacique.
La travesía por el certamen planetario fue corta, pero intensa, ya que la Roja cayó en un emocionante encuentro por 5-4 ante su similar de Egipto, en el puerto finlandés de Kotka. Los goles criollos llegaron por intermedio de dobletes del colocolino Julio Vial y del cruzado Fernando Jara.
Para el recuerdo, la formación de ese partido, con un esquema 2-3-5: Manuel Roa; Luis Leal, José García; Domingo Pillado, Rubén González, Jaime Vásquez; Justo Albornoz, Irenio Jara, Fernando Jara, Julio Vial y Domingo Massaro.
Uno de esos navalinos, que por unos días fueron Chile, nos acaba de dejar.