En la lejana ciudad de Al Majma’ah, en el corazón de Arabia Saudita, Santiago Wanderers tiene un hincha fiel. A casi 14 mil kilómetros de Valparaíso, Ronnie Fernández trata de no perderse paso alguno del Decano, el club en el que se formó como futbolista y que hoy atraviesa un paradójico presente militando en la Primera B y dando pelea en la Copa Libertadores 2018.
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En este adelanto de una extensa entrevista que el goleador de la Liga Profesional Saudí le dio a El Gráfico Chile, el tema único es Santiago Wanderers, equipo por el que se levanta en plena madrugada a seguir en directo sus partidos. «Ha sido bastante difícil seguir a Wanderers, los partidos los veo como a las 3 o 4 de la mañana, pero los sigo siempre«, cuenta.
Sobre la peculiar actualidad caturra, el atacante de 27 años comenta que «yo veo de acá que van pasando cosas que no deberían pasar, cosas que están fuera del alcance del plantel y del cuerpo técnico que no van bien, y cuando pasan esas cosas uno entiende que el asunto no va a terminar bien».
Para el oriundo de Punta Arenas, los responsables son los dirigentes. «Yo he sido bastante directo y no tengo pelos en la lengua para decir que esto pasa por temas de la dirigencia. Uno ve públicamente que hay situaciones como que Wanderers no tiene presupuesto, como que Wanderers no quiere invertir, que Wanderers no sé qué problemas tiene», expresa.
«Un club como Wanderers no debe pasar por ese tipo de cosas, merece respeto como un equipo que es el tercero, quizás, en Chile en cuanto a cantidad de público que lleva al estadio. A mi me causa una tremenda duda que un equipo con tanta historia y que le hace muy bien al fútbol chileno tenga que estar pensando siempre en reducir su planilla siendo que hoy en día muchos equipos como Palestino, Unión Española, Iquique o la Universidad de Concepción, que en cierta medida no deberían ser más grandes como instituciones que Santiago Wanderers, hacen las cosas bien e invierten bien«, continúa.
Más allá de la amargura provocada por el descenso, Fernández celebra las alegrías que ha conseguido el Decano en los últimos meses. «El tema de ser campeón de la Copa Chile fue un alivio tremendo para los jugadores, muchos formados en casa, y para la misma gente. También lo de avanzar en la Libertadores tiene la misma consigna: retribuirle el cariño a la gente, a los jugadores de casa, porque el bajar es un tremendo dolor, sobre todo para un equipo tan importante para toda una región como lo es Wanderers«, manifiesta.