El fallecimiento de Davide Astori impactó al fútbol mundial. En la previa del partido entre Fiorentina y Udinese, a disputarse el pasado domingo, el capitán del cuadro Viola fue encontrado muerto en el hotel de concentración y la noticia consternó a todo balompié italiano, llevando, incluso, a suspender todos los encuentros de la Serie A que debían disputarse ese día.
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Con el paso de las horas, se confirmó que el jugador había fallecido por un problema cardíaco, situación que fue ratificada este martes al conocer los resultados de la autopsia que le practicaron al jugador, según confirmó el fiscal de Udine, Antonio De Nicolo, quien lleva a cabo la investigación de la muerte.
Los exámenes practicados a Astori confirmaron que, según palabras de la autoridad judicial, murió «producto de un paro cardíaco, sin evidencia macroscópica, probablemente en una base bradiarrítmica, con marcada congestión polivisceral y edema pulmonar». Así, tal como señala la autopsia, el capitán de la Viola murió por una bradirritmia que le produce una disminución de la frecuencia del ritmo cardíaco hasta llegar a menos de 60 latidos por minuto y provocar el paro para una muerte súbita.
Pese a que la autopsia indica que el jugador falleció por causas naturales, la fiscalía de Udine seguirá a cabo con la investigación por homicidio culposo y el diagnóstico definitivo de las causas se dará próximamente: «nuestros expertos esperan al resultado de los exámenes histológicos para pronunciarse definitivamente», concluyó De Nicolo.
