Por Pedro Marín Roldán, enviado especial a La Paz
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Preparación en cámara de hipoxia, alimentación especial, trabajo en doble turno y sin ir desde el inicio con los tres experimentados. Esos detalles vino trabajando hace dos semanas el entrenador Pablo Guede para afrontar uno de los partidos más duros en la Copa Libertadores, ante Bolívar en La Paz, y su planificación no falló.
El técnico del Cacique sabía que rescatando un punto en la altura de La Paz las opciones de clasificar a los octavos de final eran altas. Por lo mismo, hizo hincapié en los trabajos de doble jornada, donde ir a trabajar a la cámara de hipoxia en la Clínica Meds era una obligación, además de no dejar ningún detalle de la alimentación al azar, por lo que los jugadores tuvieron que comer en el Monumental.
En lo táctico, el técnico siempre tuvo en mente tener de sus experimentados sólo a Jorge Valdivia de titular, dejando en el Banco a Esteban Paredes y Jaime Valdés. Es que era tanto lo que había trabajado el DT que hasta los dos primeros cambios tenían nombre y apellido: Nicolás Orellana para dar paso a Pájaro y el Mago le dejaría su lugar al Tanque.
Pese a que Valdés no viajó a La Paz por un cuadro febril, el DT cumplió y sólo cambió al actor del primer cambio, dando paso para que entre Benjamín Berríos por Orellana. Pero, ¿qué pasaba con el último cambio? Guede se lo había reservado ante alguna eventualidad o simplemente para quemar minutos en los últimos segundos, tal como aconteció con el ingreso en los descuentos de Gabriel Suazo por Octavio Rivero.
La planificación le salió a la perfección a Guede y pese a que Colo Colo quedó tercero en el Grupo 2 con tan sólo un punto, el DT y los jugadores están confiados en que este empate será clave para superar la fase grupal y, de esa manera, dejar atrás la racha de 11 años sin lograr llegar a octavos.