Se jugaban los últimos minutos del partido entre Colo Colo y Delfín en el Monumental, un hincha se acercó al vidrio que separa la tribuna con la banca técnica, y empezó a insultar a Pablo Guede. Así comenzó una historia que pudo pasar a mayores.
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Porque luego que ese fanático se acercara a insultar al cuerpo técnico, cayó el 2-0 definitivo del cuadro ecuatoriano. En ese momento el número de fanáticos molestos se multiplicó, y todos empezaron a pedir la cabeza del entrenador argentino, gritando en su contra, y algunos, incluso, lanzando proyectiles al terreno de juego.
Por ese motivo, los guardias de seguridad tuvieron que acercarse a la zona para proteger a Guede y su ayudante, Gustavo Grondona, el más molesto con la situación, con los tradicionales «quitasoles». El ambiente estaba muy complicado.
Tras el final del partido, todo el estadio pifió al equipo, y sobre todo al entrenador transandino, donde la frase «renuncia Guede» era la que más sonaba.
Días tensos para Colo Colo, que tiene otro partido el domingo, ante San Luis por el Campeonato Nacional.