El propio entrenador de Colo Colo, Pablo Guede, lo dijo en la antesala del compromiso ante Delfín. «Le pido al público que tenga paciencia los 90 minutos y después den su veredicto. Si ganamos nos aplauden y si empatamos o perdimos nos putear«.
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Y al parecer el técnico presentía que podía ser una jornada complicada ante Delfín en el Monumental, ya que perdió por 2-0 y se retiró entre fuertes pifias del estadio producto de una de las peores derrotas albas en su historia en la Copa Libertadores.
Sin embargo, los 30 mil hinchas de Colo Colo que llegaron al Monumental comenzaron a perder la paciencia a los 37 minutos del primer tiempo. Al ver que el Cacique comenzaba a perder las ideas, comenzaron los reclamos y los cuestionamientos al equipo de Guede.
El gol de Delfín, al inicio del segundo tiempo, fue un balde de agua fría para los fanáticos quien simplemente perdieron la paciencia con Guede y sus jugadores. Al ver que el equipo no aceleraba las acciones, en vez de ir hacia adelante y retrasar las jugadas, comenzaban los insultos de grueso calibre para el entrenador.
Los últimos 15 minutos fueron de nerviosismo total en Macul, donde los hinchas del sector Océano fueron a la banca a encarar al DT quien no dio la cara. Si lo hizo su ayudante, Gustavo Grondona.
Es más, Guede se sentó en la banca y dejó de dar instrucciones, simplemente estaba rendido por lo que veía, incluso cuando el partido estaba 1-0 y los albos aún soñaban con empatar.
Tras el pitazo final con el 2-0 en contra, el DT se retiró entre pifias y varios de los fanáticos del Cacique pidieron la salida de la banca de Colo Colo. El ambiente en el Monumental fue de crisis total.