La U de Hoyos pasó una nueva vergüenza histórica y fue demolida por Cruzeiro en la Libertadores

Trece goles en dos partidos, sí, trece. Esa cantidad recibió Universidad de Chile. Primero el verdugo fue el modesto Unión La Calera, y ahora fue el poderoso Cruzeiro. Dos equipos con realidades distintas, pero con el mismo resultado final: le propinaron una vergüenza histórica al equipo del cuestionado Ángel Guillermo Hoyos.

La U salió a la cancha del Mineirao con la ilusión de olvidarse del papelón del domingo pasado en Quillota, pero se va con una crisis mucho más profunda, porque ahora perdieron 7-0 con los brasileños, y de paso comprometieron su permanencia en la Copa Libertadores de América.

El ambiente estaba enrarecido en Belo Horizonte, porque los dos elencos llegaron golpeados, aunque el único que mostró todas sus falencias fue el chileno, que ya a los 10 minutos veía como el veterano Thiago Neves anotaba el 1-0, con un tiro libre que dejó parado a Johnny Herrera.

Pasaron apenas ocho minutos y llegó la segunda anotación de los brasileños, que olieron sangre y atacaron como un tiburón. Ahora fue el delantero Rafinha que marcó con un golpe de cabeza en plena área chica, tras una pésima salida del meta universitario.

Faltaba más en la primera mitad, porque Sassá de penal puso el 3-0, y luego los chilenos se quedaron con 10 elementos en el terreno de juego, el mismo donde la Roja quedó fuera del Mundial de 2014 ante Brasil, por una tonta expulsión de Christian Vilches por doble cartulina amarilla.

Humillación total

La segunda parte fue aún más negra para la U… Sí, podía ser peor. Primero sufrieron una nueva expulsión, la de Rodrigo Echeverría, quedando con nueve jugadores en la cancha, totalmente expuestos ante los hombres de Mano Menezes.

Tras ello fue una fiesta mineira, porque se aprovecharon de los nacionales, que estaban en el piso. De Arrascaeta (54′), Sassá (62′), Neves (75′) y Rafael Sobis (81) estructuraron un resultado histórico.

La U sufrió su peor derrota de la historia en la Copa Libertadores, con lo que Hoyos queda colgando en su puesto, porque las críticas, y con fundamente, lloverán en su contra.

Pese a lo duro del resultado, los laicos «no están muertos» en el certamen internacional, ya que seguirán luchando con Cruzeiro por obtener un cupo para los octavos de final. Nada es imposible…

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