Se demoró algunas horas, pero finalmente Paulo Garcés decidió romper su silencio y enfrentar la suspensión temporal tras dar doping positivo el 18 de marzo pasado debido al consumo de dimetilbutilamina, sustancia que se encuentra en los quemadores de grasa.
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«Salí con esta muestra positiva y acá estoy con mis abogados tratando de buscar la mejor defensa para decir lo que fue. Fue un suplemento alimenticio que consumí y que se lo informé al cuerpo médico del club y que fue autorizado. A la postre salió esta sustancia que no estaba en el rotulado y que salió positivo en el examen«, comienza explicando el portero de Deportes Antofagasta.
A pesar del escenario negativo que se encuentra en este minuto, Garcés reconoció en conversación con TVN estar «tranquilo en el sentido que no tengo nada que esconder. Nunca me he negado a nada, siempre he estado a disposición de los médicos y todo lo que quieran hacer, pero mi nombre obviamente se ensució y ahora lo que quiero limpiar. Vamos a llegar a todas las instancias con mi abogado para sacar esto a flote y poder estar jugando lo antes posible. Pensé que lo había vivido todo en el fútbol, pero faltaba esto parece».
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Además, el meta también reconoce que las últimas 48 horas no han sido nada de fácil para él y su familia. Tanto así que confiesa que dar un paso al costado y terminar de forma anticipada su carrera, una opción que barajó luego de recibir la mala noticia.
«No te miento que fue lo primero que se me pasó por la cabeza cuando me entere de este tema (fue retirarse), pero no quiero que mis hijos vean a su papá retirándose por este tema. Insisto que no tengo nada que esconder y mi carrera en eso ha sido intachable. Me pueden criticar que soy bueno o malo, pero soy intachable en todo esto«, cerró Garcés.
El meta, con pasado en Universidad Católica, Universidad de Chile, Colo Colo, O’Higgins, entre otros clubes, tiene hasta el 15 de mayo para apelar a su castigo.