El duelo entre San Luis de Quillota y Unión La Calera válido por la fecha 13 del Campeonato Nacional 2018 tuvo un final digno de un clásico. Corría el minuto 89 y tras un grosero error de José Rojas, el argentino Gonzálo Abán pudo conectar el balón con el pie derecho y marcar el gol que selló el triunfo 2-1 para los cementeros. Festejo desatado de los cementeros, menos del propio Abán, quien apenas se concretó su anotación levantó las manos para ofrecer perdón a la hinchada canaria.
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El delantero de 30 años, quien actualmente porta la jineta de capitán en La Calera, jugó entre 2013 y 2017 en San Luis (entre 2015-2016 estuvo a préstamo en Unión Epañola) y durante aquellos años se alzó como uno futbolistas más queridos por la hinchada quillotana. Pero a mediados del año pasado no renovó con los canarios y cruzó la vereda al archirrival, donde se ha convertido en figura fundamental del equipo que rápidamente logró el ascenso en la B y hoy pelea en la zona alta en Primera.
«Siempre va a ser especial para mí enfrentar a San Luis, yo quiero mucho a este club, fue el club que me abrió las puertas, por ahí ellos (hinchas) no saben que uno intentó quedarse en el club y no se pudo, lamentablemente no se pudo, no fue por algo económico, por distintas cosas no pude quedarme en San Luis y el profe Víctor (Rivero) me dio la confianza, necesitaba una mano cuando La Calera estaba complicada», partió declarando Abán en la transmisión oficial del CDF, tras el término del Clásico Provincial de la Quinta Región.
Cabe recordar que Víctor Rivero tuvo como jugador a Gonzalo Abán en San Luis en la temporada 2014-2015, cuando los canarios lograron el ascenso a Primera. A mitad de dicho ciclo el argentino fue cedido a Unión Española, siendo fundamental para dicho movimiento la aprobación del DT. Por eso el hoy atacante calerano recordó que «él me tendió una mano cuando me pude ir a Unión para mejorar mi situación, para tener un bienestar de mi familia, me dio una oportunidad y yo nada más que le devolví el favor«.
Consultado por el hecho de no festejar su gol en el clásico, el jugador formado en River Plate expresó al borde de las lágrimas que «la gente (hincha de San Luis) la agarra conmigo y ellos no saben lo que yo los quiero, lo que quiero al club, pero esto es fútbol, es mi trabajo, yo tengo que trabajar, a mí nadie me va a pagar las cuentas si no trabajo, les pido perdón por el gol, más allá de los insultos yo sigo respetando al club, no se los festejé y me duele haber hecho el gol».
«Ojalá hubiera sido otro compañero, pero me tocó a mí, pero también feliz por mis compañeros, por el esfuerzo, por el profe Víctor y por muchos compañeros que nos tuvimos que ir de San Luis por distintas circunstancias», agregó.