Faltaba su versión. Este jueves y tras algunos días de silencio, el técnico de O’Higgins, Gabriel Milito, se refirió a la emboscada que sufrió a inicio de esta semana por algunos hinchas del club quienes lo increparon por los resultados en el Campeonato Nacional y lo presionaron a presentar su renuncia.
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«Todos sabemos lo que pasó, un hecho desagradable y repudiable, pero es lo que ocurrió, es la realidad. Ahora hay reponerse y seguir para adelante», comenzó explicando el técnico argentino quien tiene aa O’Higgins en el octavo lugar del torneo con 20 puntos.
Su extenso relato siguió de la siguiente forma: «Es un hecho que nunca me tocó vivirlo. Estoy sorprendido y por otro lado es poco habitual. Estoy con una sensación de tristeza, la situación no es tan compleja para que haya ocurrido lo que ocurrió. No tengo ningún inconveniente en dialogar, siempre en el marco del respeto y cuando eso no ocurre, no es bueno ni sano para el deporte».
Durante la conferencia de prensa, el técnico celeste también confirmó que antes de la emboscada que sufrió arriba de su automóvil cuando ingresaba a la carretera, él recibió a un grupo de hinchas del club que llegaron hasta el Monasterio Celeste para dar a conocer su molestia por la campaña.
«Vienen hinchas a dialogar con nosotros (al entrenamiento), amablemente decidimos que así fuera. Los escuchamos, cambiamos opiniones y todo en el marco de la cordialidad. Lo que pasó después (intercepción en la carretera), es distinto, es un hecho lamentable, pero ocurrió. También quiero manifestar que no por un grupo menor, hay que meter a toda la gente en la misma bolsa. Me quedo con el respeto que me ha dado la mayoría de los hinchas en Rancagua», complementó Milito.
Para finalizar, el técnico trasandino fue claro en mencionar que «la campaña tampoco ha sido horrorosa, estamos a dos puntos de alcanzar al grupo que está clasificando a la Copa Sudamericana. Con todo lo que nos queda, me pareció exagerada esta situación, pero no me siento intimidado«.