La jornada no había partido bien para Guillermo Aguirre tras el retiro de Pezzotti, una de sus cartas en el clásico Club Hípico de Santiago (G.1), sin embargo, eso terminó siendo sólo un pequeño traspié en una tarde que horas después se transformaría en histórica.
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El preparador buscaba su primera victoria en el clásico institucional y tres carreras antes de la prueba “anticipó” lo que estaba por venir.
“Fue algo así, la verdad es que estábamos iluminados desde arriba”, señala al recordar el un-dos que hizo con Disney Princess y Soy Orgullosa en el clásico Tattersalls, el otro estelar del pasado domingo.
De ahí a la gran carrera de Blanco Encalada, en la que se anotó con letras grandes luego de otra llegada inolvidable en lo que se convirtió en su primer triunfo en el Grupo 1.
“Gritaba uno y después gritaba el otro, así de simple”, reconoce el trainer mientras veía el mano a mano memorable entre Penn Rose y Nuevo Maestro, que se terminó decidiendo en cancha en favor de la potranca, pero que la junta de comisarios se lo entregó luego, con total justicia, al hijo de Ivan Denisovich.
Aguirre aún vibra con el momento y asegura que “fue tremendo. Imagínate ganar un Grupo 1 y hacer el un-dos en un clásico en el que nunca habíamos triunfado”. Reconoce que nunca se dio cuenta el foul de la yegua y que tras ver la carrera de frente no le cabía duda alguna de que habría distanciamiento.
“El caballo se lo merecía”
La victoria de Nuevo Maestro fue la novena en línea del colorado y vino a completar un trabajo de hormiga de todo el equipo que trabaja en Pirque, luego de una campaña inicial que no auguraba una ganancia de esta jerarquía ni en sueños.
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El nacido y criado en el haras Don Alberto debutó undécimo y apenas salió de pobres en su cuarto intento, pero el cambio trascendental vino luego de la castración. “Empezó a mejorar de a poco, fue cambiando día a día, obviamente le molestaba y no podía dar todo el potencial”, apunta el trainer. Eso, unido a una baja de peso a medida que las distancias se le fueron alargando terminaron siendo la clave para que se convirtiera en crack.
“Cuando el caballo no se ve tan bien, uno busca qué puede cambiarle, qué le falta, por eso la satisfacción es grande, ya que el trabajo dio frutos. Costó un poco más y por eso la alegría es mayor. Nuevo Maestro se lo merecía” y el Grupo 1 era lo que le “faltaba para coronarse”, agrega.
El preparador también tuvo palabras de elogios para Jorge Luis Vergara, el socio del nieto de Hussonet, que ha tenido su propio crecimiento como jinete y que lo tiene hoy entre los mejores del medio. “Ha hecho todo muy bien y lo conoce a la perfección. Le tiene demasiada confianza, y cuando lo llama a terreno el caballo le responde altiro. Tras su vuelta de EEUU llegó más maduro, más profesional, un jinete hecho y derecho, tiene toda nuestra confianza y ha respondido de gran forma”.
El futuro en las Breeders’
El trabajo no se detiene y Aguirre ya piensa en el desafío que será llevar a los dos caballos a EEUU en lo que podría ser otra jornada histórica el 2 y 3 de noviembre en Kentucky cuando se disputen las Breeders’ en el hipódromo de Churchill Downs.
Nuevo Maestro ya está clasificado para la Mile por su victoria en el Grupo 1 y Penn Rose también sería parte y podría correr la Filly & Mare Turf, prueba que conoce de participaciones nacionales en 2016 con el duodécimo de Kitcat y el año pasado con el cuarto de la fenomenal Dacita.
Ahora, el monarca de la grama será de la partida en los 2.000 metros del Raúl Ovalle el 18 de junio, mientras que la potranca, también en el doble kilómetro, irá por el Francisco Baeza (G.2) el 29 del mismo mes. Así cumplirían su etapa de preparación en Chile y tras ello viajarían en agosto a Kentucky.
“Estamos tomándolo con mucha calma porque sabemos que esto puede cambiar en minutos. Se trabajará para llegar en la mejor forma posible y estamos planificando de a poco, paso a paso. Creo que los dos tienen opciones y para todos será un desafío increíble”, remata el trainer.