Paolo Guerrero ha agotado todas las instancias posibles para que le levanten su castigo por doping y poder estar con Perú en Rusia 2018. El Depredador está en Suiza, donde espera que el Tribunal Federal de dicho país levante la sanción que confirmó el TAS y pueda jugar el Mundial.
PUBLICIDAD
«Todo el mundo sabe que en ningún momento quise hacer trampa. Estoy pasando por una injusticia. No me quiten el sueño de jugar un Mundial», señaló el atacante a BBC, en la antesala de la determinación del ente helvético.
El artillero de Flamengo agregó que «creo en la justicia suiza y por eso estoy aquí, entrenando, porque puede ser que en pocos días salga la decisión. Y si Dios quiere, después me puedo integrar a la selección para participar en el Mundial».
«Yo no me explico por qué he sido castigado. Casi nadie en Perú lo entiende (…) Yo no he hecho trampa (…) Todo el mundo sabe que en ningún momento quise hacer trampa», agregó un dolido Guerrero.
Por último, el peruano indicó que «el dopaje es castigado cuando los jugadores o los atletas hacen trampa. Ya fue reconocido ante la FIFA, WADA (siglas en inglés de la AMA) y la TAS que yo no hice trampa. Es una norma que se me está aplicando. Estoy tratando de que el tribunal de justicia se dé cuenta de que en mi país el mate de coca es algo cultural».
Guerrero sueña con que se levante su castigo y así estar en los partidos de Perú ante Australia, Francia y Dinamarca.