Poco más de 23 mil espectadores llegaron al estadio Allianz de Turín para ver a dos selecciones de renombre mundial, pero cuyo presente, tiene desmotivados a sus hinchas debido que no clasificaron al Mundial de Rusia 2018.
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Se trata de Italia y Holanda, quienes firmaron tablas en un duelo que fue dominado por la Azzurra, pero que finalmente fue igualado al filo del encuentro, sellando un 1-1 que dejó inconformes a ambas escuadras.
La escuadra de Roberto Mancini controló el encuentro en la primera fracción y tuvo chances para abrir el marcador, pero no pudo descifrar el cerrojo defensivo de los tulipanes, dirigidos por Ronald Koeman.
Mientras que en la segunda etapa, la Naranja mejoró y empezó a atacar con más ímpetu, transformando a Daryl Janmaat y Ruud Vormer en constantes agentes ofensivos, creando ocasiones que fueron desaprovechadas por sus arietes.
Pero el local logró despertar de su letargo, y el gol vino de dos jugadores sustitutos: Federico Chiesa y Simone Zaza. El de Fiorentina centró desde la derecha y el goleador del Valencia español solo tuvo que empujar el balón al arco.
Sin embargo, el partido se complicó para los locales tras la apertura de la cuenta, ya que apenas un minuto después del gol, a los 68, Domenico Criscito fue expulsado por roja directa al tomar a un holandés que iba directo al arco italiano.
La selección que fue tercera en Brasil 2014 apretó con todo en el tramo final y tras un zurdazo desde el límite del área de Stephen Berghuis, que fue detenido por el arquero Mattia Perin, apareció el defensor Nathan Aké, quien a los 88′ igualó el marcador.
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Al final, resultado amargo para ambos en un examen que sirvió de consuelo para las dos selecciones.
Mira el resumen:
https://youtu.be/t0HUJYqLyNI