Rafael Márquez está a un paso de hacer historia. De disputar algún minuto en la cita de Rusia 2018, se transformará en el segundo mexicano en jugar cinco mundiales consecutivos, ya que el primero fue el histórico arquero Antonio Carbajal. Además, será el tercer futbolista en llegar esta cifra, igualada por el alemán Lothar Mättheus en 1998.
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Un recorrido impecable que busca finalizar de la mejor forma, tal como lo hizo el colombiano Faryd Mondragón en Brasil 2014: cerrar su carrera jugando en la élite y en la máxima cita planetaria.
Pero, como todo en la vida, Márquez partió de abajo. Y su primera nominación, a cargo del entonces seleccionador azteca, el croata Bora Milutinovic en febrero de 1997 y ante un amistoso contra Ecuador, fue casi de pura casualidad.
Así lo recordó en el programa «Sin derechos», del sitio web Marca de México: «mi primer llamado fue algo inusual. Fue a los 17 años (…). Yo estaba en Atlas y tenía un compañero también de apellido Márquez (…). Mandan la lista y solo mandan que un jugador ‘Márquez’ tenía que ir a la selección. No sabíamos qué jugador era el que tenía que ir a la selección, y al final terminamos yendo los dos».
En la misma emisión, el otro Márquez implicado, de nombre César, admitió el hecho: «La convocatoria fue después de un partido Atlante vs Atlas, donde yo jugaba de volante de contención, Rafa de defensa central. Ahí me dicen que estoy dentro de la lista de convocados. Se armó ahí un chisme que era yo, no era Rafa; que era Rafa, no era yo. Eran dimes y diretes. Al final fuimos los dos. Después Bora aclaró toda la situación«.
21 años más tarde, el tiempo fue sabio y Márquez está a solo un minuto de ser una leyenda mexicana, en plenas canchas rusas.