La mitad de los entrenadores que comenzaron dirigiendo en los equipos de Primera División en el arranque de temporada han dejado sus correspondientes cargos. En pleno receso mundialista, Luis Marcoleta se convirtió en la octava víctima del Campeonato Nacional 2018, al ser cesado de sus funciones en Curicó Unido.
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«El Club Deportes Provincial Curicó Unido comunica que Luis Marcoleta no es más entrenador del equipo profesional», informó el conjunto de la Séptima Región a través de un comunicado oficial. «Cabe destacar que en su segundo proceso como DT del primer equipo, Luis Marcoleta consiguió un ascenso a la Primera División, una copa de la Primera B, y una permanencia en la máxima categoría del fútbol profesional chileno«, subrayó.
El estratega que estaba cumpliendo su segundo ciclo en el cuadro albirrojo desde mayo de 2015 (entre 2008 y 2010 tuvo su primera etapa en la que también consiguió un ascenso a Primera) se une al grupo compuesto por Hugo Vilches (Audax Italiano), Eric Guerrero (Deportes Iquique), Pablo Guede (Colo Colo), Guillermo Hoyos (Universidad de Chile), Germán Cavalieri (Palestino), Miguel Ramírez (San Luis) y Pablo Sánchez (Everton) como los entrenadores que han dejado sus puestos en plena competencia en la presente temporada de la máxima serie del fútbol nacional.
La otra mitad de los técnicos que arrancaron la temporada en Primera División y que se mantienen en sus respectivos cargos son: Beñat San José (Universidad Católica), Francisco Bozán (Universidad de Concepción), Víctor Rivero (Unión La Calera), Gerardo Ameli (Deportes Antofagasta), Martín Palermo (Unión Española), Gabriel Milito (O’Higgins), Nicolás Larcamón (Huachipato) y Dalcio Giovagnoli (Deportes Temuco).
Para reemplazar a Luis Marcoleta, la dirigencia de Curicó Unido baraja nombres chilenos. Jaime Vera, quien no dirige en Primera desde octubre de 2017 cuando renunció a Deportes Iquique, es el mejor posicionado para cubrir la baja del DT que logró los únicos dos ascensos que los torteros registran en su historia. Otras cartas son Jorge Pellicer y Miguel Ponce.
