Gustavo Canales está cambiado. El ex delantero argentino-chileno se retiró hace pocos meses del fútbol profesional y con eso parece haber perdido la tensión que tenía al enfrentar los micrófonos. El oriundo de General Roca se ve relajado con su nueva vida de retirado y dentro de sus preocupaciones sólo aparecen su familia, sus estudios como entrenador y su cargo como director de Unión Española.
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Dentro de ese relajo, eso sí, Canales se ve nervioso por lo que será su partido de despedida del fútbol profesional este viernes (19:00 horas), ya que nunca se imaginó estar preparando algo así, con trámites a gran escala a los cuales no está acostumbrado. Y es que el Mágico tiene preparada una masiva fiesta en el estadio Santa Laura , con un evento que enfrentará a sus amigos que jugaron en Unión Española y a los futbolistas de Universidad de Chile que se coronaron campeones de la Copa Sudamericana 2011.
Antes de eso, el ex futbolista repasa los mejores y peores momentos de su carrera, con especial atención en lo que vivió con la U de Jorge Sampaoli, a la que dejó con mucha polémica en 2012 para partir al Dalian Aerbin de China. A más de seis años de eso, Canales dice no estar arrepentido por la tranquilidad económica que le daba, pero también confiesa estar triste por cómo lo trataron los hinchas de la U por esa salida del club.
¿Qué te motivó a hacer un evento masivo en Santa Laura? ¿Un sueño de niño, quizá?
La verdad es que nunca lo soñé, es algo que jamás se me pasó por la cabeza, tener la suerte de terminar mi carrera así. No todos lo hacen, así que me siento un privilegiado. No pensé que me podía pasar, sólo lo vi por televisión. Estoy orgulloso de tener esa suerte y muy contento de tener este reconocimiento u homenaje a mi carrera.
¿Recuerdas alguna despedida de un futbolista que te haya marcado en lo personal?
Por televisión sí, he visto muchas, pero sólo a grandes cracks y yo estoy lejos de eso, así que estoy sorprendido, pero feliz de tener esta chance.
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Cuéntame algunos detalles. Supe que hay dos ausentes importantes…
Sí, Eugenio Mena venía, pero no lo autorizaron en Brasil, y Martín Lasarte iba a venir, pero el profe tiene un compromiso con el diario El País por el tema del Mundial y parece que estaba medio complicado. Veo que tiene pocas chances, aunque ojalá que pueda venir, porque lo invité de los primeros. Tuve una excelente relación con él y es el mejor entrenador que tuve, y un buen tipo.
¿Imagino que eliges a Unión y a la U porque son los dos equipos de tus amores?
Sí, obvio, son los dos clubes con los que más me identifiqué a lo largo de mi carrera y en los que más me involucré sentimentalmente, y estoy muy feliz de que estén los dos a disposición. Eso me hace feliz, porque habla de que me gané un respeto, que me van a apoyar y que quieren que todo salga bien.
Haciendo un recuento, ¿cuáles son las mayores pasiones que viviste en uno u otro equipo?
Unión fue mi primer club en Santiago y ahí conocí una nueva ciudad, y me cobijó como si fuera mi casa desde el primer día, por eso el rendimiento fue más fácil que fluyera. Ahí entablé una relación sentimental con el club, que me hizo muy cercano a los colores de Unión, al espíritu familiar de sus hinchas y su gente. Automáticamente se dio una afinidad mutua. A lo largo de mi carrera tuve varios pasos por el club que fueron potenciando ese cariño y, en algunas situaciones particulares, Unión fue muy importante y eso terminó de potenciar el amor por el club. Es algo difícil de explicar con palabras. Unión tuvo muchos gestos de grandeza conmigo y es inevitable que uno no sienta un cariño así.
¿Y la U? Fuiste trascendental en ese equipo del 2011…
La U es lo máximo para un futbolista, porque uno de niño siempre sueña con jugar en una cancha llena, con ser campeón, con ganar algo internacional y todas esas cosas me pasaron en la U, así que siento un amor muy grande por esa camiseta y por el club en general. Y en el caso del 2011, para ese elenco fue muy influyente dar vuelta la final (contra Universidad Católica) y de la manera en que lo hicimos, sobre todo porque fue un quiebre muy marcado en la U de ese momento, dentro de un año en que terminamos ganando todo. Marcó una hazaña histórica dentro del club.
Su polémica partida
Después de ese 2011 muy bueno en la U, te vas a China y dejas viudos a muchos hinchas que, hasta hoy, les duele que partieras, porque se despotencia un equipo que quizá podría haber sido hasta campeón de la Libertadores 2012. ¿Te llegan esas críticas?
En su momento la sufrí mucho, porque no quería irme así del club, me fui triste, pero por suerte Dios y el mismo fútbol me dieron la posibilidad de volver al club y en el momento en que volví, lo hice con la misión de borrar eso. Cuando Carlos Heller me dijo que iban a hacer uso de la opción de compra que tenía en Unión y que me iban a ir a buscar para que vuelva al club, lo primero que se me vino a la cabeza era sanar esa herida que había quedado después de la decisión que tomé de irme.
¿Te arrepientes de esa decisión?
No, porque la tomé pensando en mi familia, como padre. Son decisiones que te puedes equivocar o no, pero yo la traté de tomar en base a lo mejor para mis hijos. Mucha gente quedó lastimada y sentida, lo sé, pero después volví el 2014 y, a mi gusto, fue el mejor torneo que jugué con la U, porque tuve un nivel muy alto y ayudé mucho a que el equipo fuera campeón de ese torneo. Ahí me sentí reconfortado y pienso que muchos de los heridos por mi partida se vieron sanados de esa herida que dejé cuando me fui, porque fue un título más, con muchos goles y siendo influyente dentro del equipo. Fue una buena manera de volver a recuperar ese cariño que se había perdido por mí.
Rememorando su carrera
¿Alguna meta que te haya faltado en tu carrera?
Sí, jugar en la Selección a mi nivel. Las veces que me citaron siempre tuve muchas lesiones y eso me afectó.
Perdona, ¿en la selección chilena o argentina?
No, chilena, porque yo quise jugar por Chile. Tuve chances, pero siempre me pasaba algo. Es algo que me hubiera gustado hacer y nunca lo conseguí, como haber hecho un gol oficial con la camiseta de Chile, por todo lo que me dio Chile a mí y a mi familia.
¿Cuando llegaste a La Serena pensaste en jugar por la Selección?
No lo pensaba, pero sabía que si mostraba condiciones, podía llegar a tener chances, porque mi mamá y mi abuela son chilenas. Entonces, en el momento en que hiciera goles y rindiera, sabía que se iban a abrir puertas como ésas, la más importante. Lo imaginaba, pero lo veía muy a lo lejos, y de golpe el fútbol me puso en eso que no esperaba que fuera tan rápido. Me encontré jugando y entrenando con los mejores jugadores de Chile. Fue un premio que no pude aprovechar y no pude retribuir la confianza en la nómina.
¿Cuál es el mejor momento que viviste en tu carrera?
Cuando realmente pude vivir del fútbol, ése es el momento más importante, porque pude darles a mis hijos todo lo que un padre sueña darles, con la obligación que tiene cada padre. Hacerlo desde el fútbol, un lugar que tanto disfrutaba, es el mejor regalo del fútbol, porque les di un bienestar y una buena educación.
Ahora estás de director de Unión. ¿A futuro qué te gustaría hacer?
Voy a ser entrenador, esa es la idea que tengo y, si Dios quiere, me recibo en diciembre, así que tengo toda la intención de volcar la experiencia que gané como futbolista, capacitándome, y hacer una carrera similar a la que hice como futbolista.
¿En Unión han conversado contigo para que los apoyes a ellos?
Sí, he conversado con el propietario del club que es un proyecto lindo para mí ser entrenador de Unión, pero para eso tengo que seguir aprendiendo y estar capacitado si aparece la opción, para tomarla y hacer las cosas bien.