Inglaterra comenzará el Mundial de Rusia ante Túnez, mismo caso que en 1998, cuando en Francia también se midió al conjunto africano, en una aventura que terminó en octavos de final frente a Argentina.
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Esa vez, según indicó ESPN, Osama Bin Laden tenía pensado atentar contra los jugadores ingleses en pleno partido, especialmente contra David Beckham y Michael Owen, las dos grandes estrellas jóvenes de los británicos.
El libro del periodista Adam Robinson, ‘Terror en el campo’, cuenta la historia mediante notas escritas por Ahmed Zaoui, otro terrorista de Al-Qaeda: «El Sheik (el nombre con el que se conocía a Bin Laden), pidió que observáramos los movimientos de David Seaman, Alan Shearer y Glenn Hoodle (el entrenador). Sus atenciones también estaban dirigidas a dos jugadores jóvenes muy bien conocidos: Michael Owen y David Beckham«.
«Nosotros sugerimos que el hombre principal debería conseguir llegar a Seaman y explotar. Esa sería la señal para que los otros hermanos comenzaran con el resto de la operación«, añadió.
El plan
Según informa ESPN, el plan de Al Qaeda era infiltrar a tres personas dentro del estadio francés haciéndose pasar por voluntarios, todos con sus correspondientes acreditaciones para no despertar sospechas.
Allí, uno debía hacer explotar su chaleco bomba al lado de Seaman, para provocar revuelo. En ese intertanto otro iba a lanzar otra bomba a la banca para impactar al DT, y a los dos talentos jóvenes. Por último, el tercero iba a dispararle a Shearer y luego a los hinchas en la tribuna.
No sólo eso, también hubo la opción de atentar contra la selección de Estados Unidos.