Hace cuatro años, Brasil vivía la peor humillación en su historia futbolística. Jugando en casa, con todo un país atento, el Scratch cayó por 7 a 1 ante Alemania en las semifinales del Mundial y se despidió de la posibilidad de ser nuevamente campeón.
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La eliminación y la goleada fue muy dura para los brasileños y las críticas no se demoraron en llegar, siendo el capitán Thiago Silva uno de los principales atacados. Es que cuando tuvieron que enfrentar los penales contra Colombia en los octavos de final, el zaguero no aguantó los nervios, rompió en llanto, e, incluso, pidió ser el último lanzador.
Su actitud no gustó para nada y le valió perder la capitanía y la titularidad tras el Mundial de Brasil 2014. Sin embargo, tras el despido de Dunga y con la llegada de Tite, el zaguero recuperó su lugar e, incluso, pudo portar la jineta en un amistoso ante Argentina.
Ahora y con la rotación de capitanes que planteó Tite para el Mundial de Rusia 2018, Thiago Silva nuevamente tendrá la opción de ser capitán en una cita mundialista y portará la jineta en el encuentro ante Costa Rica, a disputarse este viernes a contar de las 08:00 horas en San Petersburgo. Con esto, los fantasmas de Brasil 2014 empieza a desaparecer.
