Jorge Sampaoli se convirtió en una verdadera deidad parar los hinchas de Universidad de Chile, luego de los logros alcanzados con los azules entre el 2011 y 2012. El actual seleccionador de Argentina consiguió un inédito tricampeonato para la U y también el único título internacional de los laicos, tras levantar la Copa Sudamericana 2011.
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Ese amor evidenciado al casildense en cada aparición pública ha sido constante a través del tiempo, tanto cuando dirigía a la selección chilena y al Sevilla, como ahora, deseándole que sea campeón con la Albiceleste en el Mundial de Rusia 2018. Desde muestras de cariño en la calle a homenajes masivos, a los fanáticos de la U no se les ha olvidado el excelente rendimiento que tuvo Sampaoli en su equipo, como tampoco el título de la Copa América 2015 con la Roja.
El primer torneo ganado por la selección chilena en sus 100 años de historia elevó a Sampaoli a las nubes y lo llevó a convertirse en uno de los tres mejores entrenadores del mundo, al mismo nivel de Luis Enrique y Josep Guardiola, según los premios entregados por la FIFA a principios del 2016.
«Todo lo que se logró en la U, y creo que en Chile también, por parte de los jugadores y técnicos, fue porque todos creyeron y tenían la convicción de que lo que planteaba Jorge era lo que nos iba a ayudar a cumplir los objetivos que nos estábamos proponiendo», manifiesta Carlos Alfaro, arquero azul en esa época.
La caída del «rehén»
Destacado por sus dirigidos y a nivel mundial, el ex DT de la Roja se ganó un nombre que lo llevó a ser pretendido por varios equipos y selecciones, a pesar de que tenía contrato vigente con la ANFP. Ante eso, y con varias ofertas sobre la mesa, Sampaoli negoció su salida con el presidente, Arturo Salah, y frente a la negativa de dejarlo partir en primera instancia, el argentino se declaró un «rehén» de Chile.
Con eso, el casildense se ganó la animadversión de varios hinchas nacionales. Además, se le acusó de evadir impuestos en paraísos fiscales, por lo que finalmente partió al Sevilla, reemplazando al exitoso Unai Emery. A pesar de que en Andalucía consiguió buenos números, con un 59.3% de rendimiento durante su estadía, su polémica salida del cuadro español coincidió con la involución que ha tenido desde entonces.
A pesar de que sus cercanos coinciden en que el sueño máximo de Sampaoli era dirigir a Argentina en un Mundial, no ha podido tomarle la mano al camarín de la Albiceleste y suma un triste registro oficial de cuatro empates, una derrota y sólo una victoria . Además, el DT ha sufrido las mayores goleadas del combinado transandino durante los últimos ocho años, entre partidos amistosos y por los puntos. En total, el equipo del casildense ha recibido 18 goles desde que asumió la banca de su país.
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«Messi no le arma el equipo»
La caída libre en las estadísticas de Sampaoli es algo normal para Alfaro, dentro de la fuerte competitividad que se ha mostrado en Rusia 2018, la cual, para él, no tiene nada que ver con la supuesta influencia que tiene el capitán Lionel Messi en las decisiones técnico-tácticas del DT.
«A medida de que va logrando objetivos, se va proponiendo otros más grandes y complejos, con una competitividad mayor y globalizada. Lo que pasa es que todos tienen una buena preparación para llegar al objetivo final, ya que el fútbol tiene nuevas herramientas que llevan a emparejar la cancha», apunta el actual guardameta de Deportes Copiapó.
«Creo que es un mito eso de Messi. La experiencia que he tenido es que es difícil que el jugador le arme el equipo al entrenador, no es el caso. Lo que sí se puede dar es que llegue a consensos , pero el técnico es el jefe y es el que va designando el mejor planteamiento. Pasa por otras cosas, no creo que le hagan el equipo, en la U jamás fue así», cierra Alfaro.