La angustiosa clasificación de Argentina tuvo un protagonista en las tribunas del estadio de San Petersburgo: Diego Armando Maradona, quien tuvo durante todo el encuentro, a través de la transmisión oficial y en videos difundidos por redes sociales, un errático comportamiento que motivó una serie de dudas sobre su estado de salud.
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Conforme pasaron los minutos, debió ser atendido por una descompensación y trasladado al hospital de la ciudad, informaron algunos medios. Pero, con el correr de las horas y la calma reinando en el ambiente, vino el renacer del Diego: fresco y lozano como una lechuga, regresó en un vuelo privado a Moscú y hasta comió en el avión, según indicó el medio deportivo trasandino Ole.
El diez está de vuelta y promete seguir alentando a la selección argentina con su particular personalidad.