Javier Mascherano, Lionel Messi, Ever Banega, Lucas Biglia, Nicolás Otamendi, Gonzalo Higuaín, Sergio Aguero, entre otros, llegaron al Mundial de Rusia 2018 con una sola ilusión: ganar la Copa del Mundo y dejar atrás las tres finales que habían perdido en los últimos cuatro años.
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El Mundial en tierras rusas era la gran y última opción de su «generación dorada» de sumar un título y los jugadores así lo sabían. La presión era mucha y nuevamente no pudieron responder a las cada vez menos expectativas que habían sobre ellos. En un partidazo, Argentina luchó para seguir con su sueño mundialista, pero se despidió antes de tiempo y quedaron eliminados en los octavos de final tras caer por 4-3 ante Francia y varios de estos jugadores de una generación que más que dorada es perdida dejaron escapar un título que es esquivo desde 1993, cuando ganaron la Copa América disputada en Ecuador.
Es más, uno de los emblemas del equipo, Javier Mascherano, ya anunció su renuncia a la Albiceleste tras la debacle en Rusia. Es que el Jefecito no aguanta más fracasos y ahora le dará paso al recambio para terminar con una generación dorada que poco sabe de brillar.Una generación marcada por los fracasos, porque no se puede tildar de otra forma: una final de Mundial perdida y dos de Copa América.
Toda la pesadilla comenzó en Brasil 2014 donde sucumbieron en la final ante Alemania por 1-0 en el tiempo extra, para luego, el 2015, caer ante Chile en la final de la Copa América, que, por si fuera poco, cortó con la sequía histórica de títulos que tenía la Roja. Un año más tarde fue en la Copa América Centenario donde se repitió la historia: Chile celebrando y Argentina llorando. Una postal que ahora es usual, pero que por muchos años nunca se dio.
Y el final del grupo fue con una desazón tremenda. Si bien no llegaron a Rusia como favoritos para ganar el Mundial, muchos confiaron en la experiencia para que el plantel finalmente se saque la «espinita» de las finales perdidas, pero, bajo la conducción de Jorge Sampaoli, nunca mostraron un buen juego, clasificaron de manera agónica y Francia, que fue ampliamente superior, les dio el golpe final.
La renovación tiene que llegar para Argentina vuelva a las sonrisas que tanto los han caracterizado a lo largo de su historia futbolística.