«Ver un Mundial sin mí no vale la pena». Con esa frase picante, el siempre polémico Zlatan Ibrahimovic lloraba por la herida, luego de que el entrenador sueco, Janne Andersson, lo dejara fuera de la nómina para Rusia 2018, ante la estupefacción del planeta. Nada más alejado de la realidad, ya que bien invertido ha estado el tiempo usado en mirar los partidos de su selección en el certamen orbital, en el cual se ha transformado en una de las gratas sorpresas.
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Lo de sorpresa es un decir, ya que se empleó el mismo calificativo cuando Suecia dejó en el camino en la fase de grupos de las Eliminatorias europeas a Holanda y luego en el repechaje a Italia. En la Copa del Mundo partió calentando motores con un 1-0 sobre Corea del Sur, después estuvo a segundos de prácticamente eliminar de forma anticipada a Alemania (1-2), en el tercer partido aplastó a México con un 3-0 que ahorra comentarios y este martes buscará avanzar a cuartos cuando enfrente a Suiza.
Sigan calificando de sorpresiva a la escuadra sueca, aunque tenga poco de eso, porque los escandinavos son la fiel representación de que los procesos desde las bases a la larga dan frutos. A continuación, la historia de una Generación Dorada que tiene para rato.
El extraño virus de SuperGuidetti y una estrella solidaria
En abril del 2008, con apenas 16 años, el delantero John Guidetti (26) firmó un contrato por tres temporadas con el Manchester City, club que le ganó la pulseada a otros grandes de Europa, como el Inter de Milán. El gerente de los Citizens en ese entonces, su compatriota Sven-Goran Eriksson, lo descubrió y se lo llevó a Inglaterra, donde tuvo una explosiva aparición en las series juveniles.
Para la temporada 2012-13, tras préstamos y regresos, parecía que por fin SuperGuidetti tendría un espacio en el primer equipo luego de su retorno del Feyenoord, donde anotó 20 goles y entregó ocho asistencias en 23 partidos durante la campaña 2011-12. Sin embargo, un extraño virus, que le provocó perder la sensibilidad en la pierna derecha y pensar en el retiro, frustró sus planes.
En un ejemplo de superación, eso no impidió que el hoy ariete del Alavés fuera clave en la consagración de la selección sueca en la Eurocopa Sub 21 del 2015, en República Checa, donde derrotó por penales en la final a Portugal, éxito sumado al tercer lugar en el Mundial Sub 17 del 2013 y al segundo en la Euro del mismo año y de la misma categoría. De ese cuadro que venció a los lusos, además del atacante, otros cinco están presentes en Rusia 2018: Victor Lindelof (23), Ludwig Augustinsson (24), Filip Helander (25), Oscar Hiljemark (26) e Isaac Kiese Thelin (26).
La Generación Dorada no se reduce a ellos, ya que la figura en la Copa del Mundo es Emil Forsberg (26), el crack del RB Leipzig que ha sido calificado como «anti-Ibra», pues su personalidad es totalmente opuesta a la de Zlatan. Tímido, afable, sonriente y, sobre todo, solidario, el año pasado ocupó su tiempo libre para recaudar fondos para restaurar el principal centro pediátrico de Sulaymaniyah, en Irak, pues su mujer es de origen kurdo.
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Cabros buenos, dentro y fuera de la cancha.
«Son buenos, pero también corren y luchan»
Uno que conoce bien la auspiciosa realidad sueca es Stefan Silva. Su familia es de Valparaíso, pero él nació en Estocolmo y hoy juega en el AIK Solna.
Él ha sido testigo presencial de esta Generación Dorada y no duda en compararla con la nuestra. «Es como la chilena. Son jugadores jóvenes, que juegan en equipo y no son tan individualistas. Sí son buenos individualmente, pero también corren y luchan», describe el delantero de 28 años.
«La gente aquí quería que llevaran a los de la Sub 21 al Mundial, porque son ganadores. Decían que era mejor llevar a los cabros que a los viejos que estaban, que no habían hecho tantas cosas buenas», prosigue el ariete, quien cuenta cómo se vivió la marginación de Ibrahimovic en el país: «Es como que Chile dejara fuera a Alexis. Yo creo que Zlatan incluso es más grande acá que Sánchez allá, porque igual está Vidal y otras estrellas, pero aquí está solo él».
Respecto a las posibilidades de los escandinavos en Rusia 2018, el atacante, que sueña con defender a la Roja, no descarta que lleguen lejos: «No es imposible, porque ahora toca Suiza y no están en el mismo lado de las potencias. Nunca se sabe«.
Más allá de lo que pase este martes, les vaticina un gran porvenir: “Este grupo tiene un buen futuro, porque aparte de los jóvenes que han subido ahora, hay hartos más que están esperando que se retiren los adultos después de esta Copa del Mundo y que son todavía mejores”.
Allá sí hay recambio.