Nicolás Jarry (66º ATP) logró este lunes romper una mala racha que parecía no tener fin en el tenis chileno. El nacional consiguió avanzar a segunda ronda de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, y le dio a Chile su primera victoria en un major en siete años.
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El chileno derrotó por 6-3, 3-6, 7-6 (5) y 6-4 al serbio Filip Krajinovic (28º cabeza de serie del torneo y 30º del ranking), en poco más de dos horas y media de juego, y además ganó su primer partido como profesional en un cuadro principal de uno de los cuatro campeonatos más importantes del tenis mundial.
Jarry jugó muy bien y pese a cometió algunos errores, logró superar los momentos difíciles ante un rival de alto calibre, pero que no jugaba ningún partido desde febrero pasado por una lesión. Pese a ello, el serbio puso en aprietos al chileno e incluso estuvo cerca de llevarse el tercer set, donde iba break arriba y luego estaba en ventaja en el tiebreak.
Pese a todo, el nacional no se amilanó y con su potente juego, pudo doblegar la resistencia del último finalista del Masters 1.000 de París-Bercy, quien es una de las esperanzas del tenis de Serbia.
En su cuarta oportunidad de match point, Jarry metió un saque ganador y terminó cerrando su faena en el court 15 del All England Club, dándole a Chile su primer éxito en un main draw de uno de los cuatro grandes.
La última vez que un chileno ganó un partido en un Grand Slam fue Fernando González, que llegó hasta la tercera ronda de Wimbledon en 2011, donde sucumbió ante el francés Jo-Wilfried Tsonga.
En segunda ronda, Jarry enfrentará este miércoles al estadounidense Mackenzie McDonald (103º), quien eliminó al lituano Ricardas Berankis (96º), un partido accesible para el conducido por Martín Rodríguez, quien por fin puede decir que triunfó en un duelo de un campeonato mayor.