Cuando uno piensa en Brasil, de inmediato se viene a la cabeza la frase «jogo bonito», que describe el fútbol lindo que característicamente ha desarrollado el Scratch a lo largo de su historia.
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La Canarinha que lucha por ganar el hexacampeonato en el Mundial de Rusia 2018 tiene mucho de ello, con exponentes como Neymar, Coutinho, Willian y Gabriel Jesus. Sin embargo, la fortaleza del equipo de Tite está en otro lado: la zaga.
Hay un dato demoledor, desde que arribó el ex DT de Corinthians a la selección brasileña jamás ha recibido dos goles en contra. Es más, la última vez que le anotaron dos goles fue en las Clasificatorias, en el empate 2-2 ante Paraguay en Asunción, el 29 de marzo de 2016, pero con Dunga en la banca.
Los números hablan por sí solos: en 25 partidos de Tite en Brasil, solamente han recibido seis goles, incluido un autogol de Marquinhos. La única derrota en su proceso fue en un amistoso ante Argentina, por 1-0.
El buen momento defensivo se debe al gran nivel de su arquero Alisson Becker, que lo desean los grandes de Europa. Además cuentan con dos zagueros recios, como Thiago Silva y Miranda, más la ayuda de Casemiro desde la mitad de la cancha, que apoyan de gran manera al equipo, dándole equilibrio y tranquilidad a sus figuras, para que trabajen tranquilos.
¿Otro dato? En 2018 están invictos, suman siete triunfos y un empate, y sólo Suiza les pudo anotar en el Mundial.
Ahora se medirán ante la Bélgica de Romelu Lukaku y Eden Hazard. Partido increíble por los cuartos de final de Rusia 2018.