Cuando quedó definido el cuadro de los octavos de final de Rusia 2018, varios pensaron que era la gran oportunidad de Colombia para llegar lejos en un Mundial. A medida de que fue avanzando la ronda de los 16 mejores, las esperanzas cafeteras se acrecentaron, tomando en cuenta que Suecia hubiese sido el rival en cuartos en el caso de dejar en el camino a Inglaterra, mientras que en semis aparecían el local o Croacia, ninguna de estas selecciones considerada una potencia planetaria.
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Sin embargo, Harry Kane y compañía acabaron con las ilusiones colombianas y, de paso, mantuvieron el orden histórico de los equipos sudamericanos en cuanto a performances internacionales se refiere.
Arriba, como es lógico, está Brasil, con cinco títulos orbitales y ocho continentales, seguido por Uruguay (2 y 15) y Argentina (2 y 14).
La segunda línea
Debajo de ellos, el escenario ha sido más movido a lo largo de la historia, pero, en la actualidad, Chile aparece por sobre el resto. Igualado en coronas sudamericanas con Perú y Paraguay (dos cada uno), la Roja saca ventaja por su tercer puesto en el Mundial de 1962 disputado en casa. A su vez, los incaicos superan mínimamente a los guaraníes por su séptimo lugar en Argentina 1978, contra la octava posición de estos últimos en Sudáfrica 2010.
Recién entonces asoma la selección colombiana, con un título continental y su quinta ubicación en Brasil 2014, seguida por Bolivia, también con una consagración sudamericana, pero sin sortear la primera fase en sus tres participaciones mundialistas.
Ecuador y Venezuela, sin trofeos, cierran la lista, aunque los del Guayas han competido en tres mundiales y los llaneros en ninguno.
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«La segunda franja ha sido bastante movida»
La visión de Edgardo Marín, reconocido historiador del fútbol, concuerda con las estadísticas. Más allá de las tres potencias, explica que, a lo largo del tiempo, «la segunda franja sudamericana ha sido bastante movida».
«Tradicionalmente, estuvieron Uruguay, Brasil y Argentina. Después venía Chile en una línea con Paraguay, hasta los años 60, pero después evolucionamos», prosigue, en alusión al tercer puesto de 1962.
«Perú y Colombia nos fueron acortando y nos pasaron en un momento dado», continúa, aunque este escenario se equiparó con el vigente bicampeonato de América.
«Si la estupidez es no haber ido a este Mundial», cierra. Todos coincidimos.