«No me interesa jugar por otro equipo que no sea Vélez». Con esas palabras se presentaba Mauro Zárate cuando retornó a inicios de año a su amado Vélez Sarsfield. El atacante llegó a principios de 2018 a préstamo por seis meses para salvar del descenso al club que lo formó y cumplió su objetivo. Por lo mismo, los trasandinos hicieron un esfuerzo para firmarlo y llegaron a un completo acuerdo económico con Watford para comprar el 100% de su carta, además de cumplir con las condiciones contractuales que pedía el jugador.
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La ilusión en los hinchas de Vélez era total y ya estaba todo listo para firmar el vínculo del jugador. Eso hasta que el día que iba a poner la rúbrica, Zárate llegó hasta el centro de entrenamientos del club de sus amores y no precisamente para firmar, sino que para despedirse de sus compañeros. El delantero había tomado la decisión de partir para ser el nuevo refuerzo de Boca Juniors.
Luego de polémicos días por su decisión, el jugador salió a romper la voz y señaló que «dije algo y ahora tengo que bancármela, primera vez que falto a mi palabra, acepto mi error. Se ha hablado mucho y lo único que me importa son las disculpas hacia el hincha de Vélez. Cuando dije lo que dije (prometerle amor eterno a Vélez) fue muy sentido, jamás pensé que iba a ir a otro equipo en Argentina, esa es la realidad. Es un lindo desafío (jugar en Boca), lo tomo por lo deportivo y no por lo económico, porque si fuera por lo económico me habría quedado tirado en la playa en Dubai».
«Me siento muy mal por defraudar a toda la gente de Vélez que tanto cariño me dio, soy hincha del club, nací ahí, y me cuesta mucho. Me costó mucho (despedirme de mis compañeros) porque siento que también los defraudé a ellos. Juntar a todos, verle las caras, no fue fácil, no podía hablar y no podía comunicarles que no iba a estar más en el club», concluyó entre lágrimas en una entrevista con TyC Sports.