Francia venció 4 a 2 a Croacia este domingo y se coronó campeón del Mundial 2018. Sin embargo, dentro de la felicidad que les entregó conseguir el trofeo de Rusia, la celebración de los galos se vio levemente empapada por la lluvia torrencial que comenzó a caer en Moscú al momento en que se realizaba la ceremonia de premios individuales en el estadio Luzhniki.
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A pesar de que los chubascos no opacaron los bailes y el show que protagonizaban el volante Paul Pogba, Antoine Griezmann, y el resto de sus compañeros, tanto los campeones como los croatas terminaron empapados al recibir las distinciones personales y también las medallas y la Copa del Mundo.
Junto a eso, no sólo los cuerpos técnicos y plantel de jugadores se mojaban en ese momento, sino que también las autoridades de la FIFA, los diplomáticos y los presidentes políticos de los países finalistas. Dentro de ese escenario adverso, eso sí, el único que salvó de mojarse fue el líder ruso Vladimir Putin, quien era el único con un paraguas mientras entregaba las preseas a los jugadores.
Pese a que había muchos otras personas en el escenario de entrega de premios, Putin fue el único que estuvo cubierto durante toda la ceremonia bajo un paraguas que algo tapaba al presidente FIFA Gianni Infantino. Sólo varios minutos después, la administración del estadio hizo llegar más paraguas para los encargados de congratular a los jugadores y entrenadores, siendo la más afectada la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar, quien nunca fue protegida de la lluvia.
Sin perjuicio de eso, la felicidad de los seleccionados franceses parecía interminable e, incluso ,se aprovecharon de la lluvia para deslizarse por el césped del Luzhniki, con la copa de cerca de cinco kilos de peso como gran protagonista de los festejos de Francia.
