Corría el minuto 52’ de la final entre Francia y Croacia cuando tres hinchas invadieron la cancha del estadio Luzhniki de Moscú.
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Mientras el balón lo tenía Luka Modric por el sector izquierdo y comenzaba un ataque contra el arco de Hugo Lloris, tres hinchas (dos mujeres y un hombre) aparentemente disfrazados, ingresaron corriendo por el campo de juego.
Inmediatamente se activó el plan de emergencias y cerca de unos ocho guardias comenzaron a perseguir a los “espontáneos” quienes fueron reducidos sin mayores problemas.
Eso sí, antes de ser detenidos, uno de los manifestantes corrió y abrazó a Dejan Lovren quien evidentemente mostró su molestia ante la situación.
Pussy Riot se adjudicó la invasión en el Mundial
Minutos más tarde y a través de Twitter, el grupo de activistas y música punk de Rusia, Pussy Riot, se atribuyó la responsabilidad por la invasion que interrumpió la final.
Pussy Riot afirmó que había organizado la invasión, y emitió en Twitter una lista de exigencias al gobierno ruso, incluida la de liberar a los presos políticos, poner fin a los “arrestos ilegales durante las protestas”, y “permitir la competencia política en el país”.
We have fans on the field! #WorldCupFinal pic.twitter.com/aMhCuwcAP2
— Yahoo Sports (@YahooSports) July 15, 2018
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