La gracia no les saldrá gratis. Los cuatro manifestantes que invadieron el terreno de juego e interrumpieron la final del Mundial cumplirán un castigo con pena de cárcel.
PUBLICIDAD
Los miembros del colectivo punk Pussy Riot fueron condenados a 15 días de prisión tras la sentencia de un tribunal ruso que los encontró culpables de violar la ley sobre comportamiento en eventos deportivos. Además quedaron suspendidos de asistir a eventos deportivos por los próximos tres años.
Los manifestantes invadieron la cancha del Estadio Luzhniki vestidos de agentes de policía durante la segunda mitad del encuentro entre Francia y Croacia, pidiend0 por la liberación de presos políticos y de una competencia política más abierta.