Diego Armando Maradona se convirtió en presidente del Dínamo Brest de Bielorrusia y ya tuvo su primera conversación con el plantel tras su increíble presentación que incluyó el regalo hasta de un tanque, sí, leyó bien.
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Eso sí, el primer contacto de Maradona con los jugadores fue con el enojo de haber perdido 3-1 en el debut por la liga ante Shakhtyor Soligorsk, un hecho que claramente no le gustó al «10».
El cuadro de Brest comenzó ganando con un gol en el minuto 25, pero solo 7 minutos después le empataron el partido. En el segundo tiempo ya perdían 2-1 y casi al final del partido les convirtieron el 3-1 definitivo, lo que desató un verdadero show de Maradona en la tribuna, tal como en el Mundial de Rusia 2018 donde hizo más noticia por sus actos en la tribuna que por cosas netamente futbolísticas.
Terminado el partido el campeón del mundo en México 1986 se dirigió al camarín donde conversó con el plantel, sobre cómo será su gestión como presidente del elenco europeo y lo hizo muy en su estilo.
«No me van a ver de saco y corbata metido en una oficina, no«, dijo Maradona, mientras movía las manos de manera histriónica generando la atención de todos los presentes en el vestuario.
Además, el ex volante y director técnico también dejó en claro que tomará funciones no solo administrativas del club de Brest y les recordó a los jugadores que «los entrenamientos los dirijo yo; a los arqueros les pateo yo«, mientras un traductor les hacía llegar el mensaje a ellos.
Maradona, que firmó un contrato por tres años con el club, comienza a imponer su estilo locuaz y digno de un «patrón de fundo».
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