Con su victoria sobre el austriaco Dominic Thiem (8º) en los cuartos de final del ATP 500 de Hamburgo, Nicolás Jarry sigue reescribiendo la historia del tenis nacional, que no sabía de estos éxitos desde el retiro de la Generación Dorada, compuesta por Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú.
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De partida, el Príncipe consiguió el mejor triunfo de su carrera, ya que superó el que había logrado ante Albert Ramos-Viñolas en la ronda de los ocho mejores de Río de Janeiro, cuando el español estaba 19º en el ranking ATP.
Además, la Torre obtuvo el primer éxito de un nacional frente a un Top 10 en nueve años, hito que no ocurría desde el US Open 2009, cuando Fernando González dio cuenta del francés Jo-Wilfried Tsonga, en ese entonces séptimo del planeta.
Otro hito que marcó el nieto de Jaime Fillol con su actuación en Alemania tiene que ver con su posición en el escalafón orbital, ya que conseguirá su ubicación más alta, quedando, hasta el momento, en el 50º puesto, aunque podría subir hasta el 37º si avanza a la final y hasta el 34º si sale campeón.
Lo anterior no se veía desde octubre del 2010, cuando el propio Bombardero de La Reina, que hasta entonces estaba 49º, salió del Top 50 para no volver a entrar nunca más.