El Gráfico Chile

Fin del romance: Las incumplidas promesas de amor y retiro en la U de Mauricio Pinilla

El delantero dijo que quería ganar todo con el equipo de sus amores. No pasó nada de eso y tras poco más de un año, seguirá su carrera en Colón de Santa Fe.

Hace exactamente 367 días fue que El Gráfico Chile publicó la nota respectiva a la presentación de Mauricio Pinilla en Universidad de Chile. En esa ocasión, la expectación en el Centro Deportivo Azul era plausible: era la llegada de un jugador con un profundo arraigo por la camiseta azul, con amplio recorrido europeo e importante trayectoria en la selección. 

Las sueños y las metas eran altas y así lo dejó claro el «Pinibomber»: «Tengo objetivos súper claros, salir campeón, y ojalá pelear la Copa Libertadores. Para mí es fundamental ser llamado a la selección y poder disputar el Mundial de Rusia».

Sin embargo, no pasó nada de eso. Ni siquiera la reciente renovación de su contrato en la U hasta el 2019 detuvo sus ganas de, quizás, aprovechar su última oportunidad en el extranjero a sus 34 años y defender su décimocuarta camiseta en su carrera, como lo será el elenco argentino de Colón de Santa Fe.

Al principio, todo era ilusión…

La felicidad en la fanaticada azul por su llegada era evidente. Quizás algunos dudaron por sus años, pero, al fin y al cabo, regresaba un hijo pródigo, quien nunca ocultó su raigambre con el equipo.

Los medios de comunicación afines a la Universidad de Chile le realizaron vastas notas y entrevistas, tal como aconteció antes que firme la renovación de su contrato. Y en una de ellas, como fue con «La Magia Azul» en mayo de este año, delineó sus metas: «quiero retirarme acá, pero tengo demasiado que entregar al club. Yo me quiero quedar, cuando sienta que no soy un aporte, me voy de inmediato, eso lo tengo muy claro«.

«Mis intereses personales están muy por debajo de la U, acá lo que importa es la gente, soy muy feliz de ser parte de esta historia, soy hincha desde que nací y voy a morir hincha. Para mí jugar por la U es lo máximo, espero hacerlo bien hasta que el físico lo permita, estar con los hinchas me hace muy feliz, me identifico mucho con ellos», dijo en ese entonces.

Incluso se trazó metas ambiciosas: «Hay hartos objetivos que cumplir, yo quiero ganar un par de torneos con la U, bicampeonato, Copa Chile, afrontar la Copa Libertadores de la mejor manera, no queremos participar, la U tiene que aspirar por el primer lugar de cualquier competición en lo que esté». Hasta el momento, sólo queda la Copa Chile y el torneo nacional. Las demás ambiciones, ya se esfumaron.

Este fue el tercer periodo de Pinilla en la U, tras su primera ida a Italia en 2002 y su posterior retorno en el primer semestre de 2007. 10 años donde debió reinventarse en la B del Calcio y volver como un jugador maduro, dejando atrás los excesos de antaño. Su familia fue el pilar fundamental e incluso hizo altas comparaciones: «Este es uno de los días más felices de mi vida después de mi matrimonio y el nacimiento de mis hijos».

Quizás qué habrá pasado en la interna para esta decisión tan impestiva. Rumores indican que el ambiente en el camarín azul no era de los mejores y que por eso, el ariete prefirió cambiar de aire. Lo claro, es que por la edad del chileno, esta oferta de Argentina se presentó como una chance inmejorable y su profeso amor por la U, se desvaneció.

 

 

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