La balacera del pasado martes en el Centro Deportivo Azul (CDA) afectó mucho a los funcionarios y jugadores de Universidad de Chile. Un sujeto no identificado se bajó de un vehículo fuera del recinto deportivo y disparó cuatro balas que impactaron a tres fanáticos azules. A pesar de que no hubo víctimas fatales, el tiroteo dejó consternado a todo el plantel del primer equipo de la U, donde hubo testigos presenciales y también jugadores, como el capitán Johnny Herrera, quien tuvo que ser citado a la Fiscalía Sur, luego de atribuirle el delito a «gente de Colo Colo».
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Sin embargo, ese triste episodio estaba lejos de ser el último capítulo oscuro que viviera la U durante su semana más polémica y atribulada del año 2018, ya que no sólo tuvo que ser partícipe de una balacera, sino que también tuvieron que lamentar las salidas de Mauricio Pinilla y Ángelo Araos, además de la goleada 4 a 0 sufrida este sábado en el estadio Calvo y Bascuñán a manos de Deportes Antofagasta.
En una semana normal, la derrota frente a los Pumas hubiera bastado para comenzar días llenos de problemas en el CDA, pero uno de los detonantes de esa goleada fue la partida de dos jugadores claves para su esquema, titulares en los entrenamientos de esta semana en La Cisterna, y quienes dejaron la concentración de la U un día antes del partido ante Antofagasta para terminar las negociaciones con sus nuevos clubes. Mientras que Pinilla será nuevo refuerzo de Colón de Santa Fe, Araos fue comprado por Corinthians de Brasil.
Por una parte, el delantero dejó la U en medio de sus polémicas semanas en que estuvo fuera por lesión y luego de realizarse un procedimiento médico de corticoides, supuestamente sin el consentimiento del staff de doctores de Azul Azul. Todo esto, sumado a una hipotética discusión a golpes que habría tenido con el gerente deportivo de Azul Azul, Ronald Fuentes, que el propio dirigente salió a desmentir.
Como si eso no fuera poco, Araos, la joya y figura de los universitarios en el primer semestre, también tuvo que abandonar rápidamente al equipo de Frank Kudelka 24 horas antes del partido contra los nortinos, luego de que el Timao pagara los US$ 5 millones que costaba su cláusula de salida del club y que benefició en un 50% a los azules, ya que el resto del dinero era para los antofagastinos.
«Lamentablemente fue una semana con muchas cosas, y que muchas veces como consecuencia terminan de esta manera. No se puede soslayar temas puntuales y que no repercutan en el pensamiento de las personas. Emocionalmente hubo un par de cosas que uno no está seguro que iban a pasar, pero no está lejos de la consecuencia que pasen tantas cosas no ideales», aseguró el DT de la U tras la goleada 4-0 sufrida en Antofagasta.
Con ese escenario, la U ahora deberá rearmarse desde las cenizas, en medio de las críticas de los hinchas hacia los dirigentes de la concesionaria que administra al club laico, quienes tienen la misión de poder revertir el mal momento futbolístico con refuerzos que puedan suplir las sensibles bajas de Pinilla y Araos en la ofensiva, o incluso del volante Lorenzo Reyes, quien partió a Atlas de Guadalajara, al inicio del mercado de fichajes del fútbol nacional.
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